viernes, 8 de octubre de 2010

AUDREY HEPBURN





Hollywood no conoció nunca a otra como ella. La primera impresión que tuvieron de ella fue la de una mujer genuina y tímida de un rostro angelical que transmitía ternura y amabilidad. Ella instituyó un nuevo físico que se dio en llamar “mujer gacela”, debido a su esbeltez extrema.

No le hicieron falta formas exuberantes para enamorar tanto al público como a los directores que trabajaron con ella. Según los entendidos, ella junto a Marlon Brando, Marilyn Monroe y Grace Kelly, fueron los nombres que le dieron rostro a los años 50.

Para muchos Audrey fue la mujer más bella y encantadora de toda su generación.



 

Audrey nació un 4 de Mayo de 1929 en la ciudad belga de Bruselas. Pertenecía a una familia aristocrática pues su abuelo fue un Baron muy próximo a la Corte.Fue bautizada con el nombre de Andrey KathlenVan Hemstra Ruston.

Audrey tuvo dos hermanos, con los que compartió sus juegos de infancia. Aunque su educación fue bastante estricta, pues su madre no era una mujer muy dada a dar muestras de cariño, ella fue una niña alegre y sencilla, quizá algo tímida ,debido un poco al ambiente austero en que se desenvolvieron los primeros años de su vida.

Su infancia y casi toda su adolescencia, estuvieron marcadas por hechos bastante trágicos, que más adelante y a lo largo de su vida como adulta, conformaron una personalidad comprensiva y amable que todos elogiaron.

A la edad de 6 años su padre los abandonó sin dar ninguna explicación y éste hecho dejo a Audrey profundamente dolida: “Miras los ojos de tu madre, siempre empañados en lágrimas y te preguntas:¿Qué me va a pasar?…Observar la agonía de mi madre, fue una de las experiencias más terribles de mi vida.”

Al encontrarse sola y abandonada, su madre decidió ingresar a la niña en un internado donde la pequeña descubrió su pasión por la danza.

Tenía una profesora maravillosa, que había sido alumna de la famosa Isadora Duncan,que le enseñó a amar verdaderamente el baile.

Pero al estar a punto de estallar la Segunda Guerra Mundial, su madre decidió trasladarse a Holanda, pues se consideraba zona neutral y pensaba que alli gozarían de una mayor seguridad.

Audrey se aclimató totalmente al cambio y su madre consciente de lo que suponia la danza para la niña la matriculó en el Conservatorio de Música.

La tranquilidad les duró muy poco, pues antes de que la pequeña cumpliera los 11 años Holanda ya había sido invadida. Aquello se convirtió en un infierno. Tanto ella ,como su madre y hermanos se aliaron con la Resistencia y Audrey incluso llegó a llevar mensajes secretos escondidos en los zapatos , que luego entregaba a los paracaidistas británicos.

Pasaron mucha hambre puesto que perdieron a causa de los bombardeos, todo lo que tenían. Se mantenían con una mísera pensión que les había sido asignada por los nazis, y con la llegada de las restriciones todo fue peor.

De los once a los 15 años Audrey pasó tanta penuria y tanta hambre, que su físico quedó marcado de por vida con una extrema delgadez y una apariencia frágil.

Después de la liberación trabajó como voluntaria en un hospital de combatientes holandeses. ” La guerra me dió un profundo conocimiento del sufrimiento humano. Las cosas que vi, me hicieron muy realista respecto a la vida. Yo sobreviví a la guerra, y gracias a ello aprendí lo importantes que son las relaciones humanas; más que la riqueza, el lujo e incluso la comida…

Al terminar la guerra, se instalaron en Amsterdan donde su madre se puso a trabajar como cocinera pudiéndole costear a Audrey las clases de danza, que tanta ilusión le hacían.

Era lo único que estaba en las manos de una mujer, que aunque no era muy afectuosa ,quería por encima de todo a sus hijos y lo que más deseaba era volver a ver en la mirada de una niña que había vivído tantos horrores, un poco de felicidad.


Sus inicios en el cine han sido muy discutidos. El verdadero comienzo de su carrera se produce cuando interpreta a la Gigi de Colette. Fue la autora de ésta obra, la que la descubrió mientras Audrey rodaba una comedia inglesa llamada “Americanos en Montecarlo”(1951).

La obra se escenificó en Broadway, y en una de las representaciones un cazatalentos llamado William Willer quedó subyugado por el enorme talento de Audrey, y le confió el papel de protagonista para una comedia llamada “Vacaciones en Roma”(1953).

La película tuvo un enorme éxito y Audrey brilló en todas las escenas en las que apareció. Interpretó el papel de una joven princesa, que cansada de las obligaciones y su soledad, se escapa una noche de palacio, para vivir la vida como una persona normal y corriente.Su compañero en la película fue Gregory Peck, que interpretó el papel de un periodista, que acaba enamorándose de la princesa perdida.

De la noche a la mañana Audrey se convirtió en una estrella. La película tuvo siete nominaciones a los Oscar, de las cuales ganó tres. Uno de ellos lo consiguió Audrey como mejor actriz principal.


En el año 1954 Billy Wilder confía en ella para el papel protagonista de una película llamada “Sabrina”, un título que ha sido recordado por muchas generaciones. Compartió cartelera con grandes figuras como Humphrey Bogart o William Holden y la cinta supuso de nuevo un gran éxito en su corta carrera.Lo cierto es que Billy Wilder demostró una vez más sus grandes dotes para la comedia romántica clásica y el producto final fue una deliciosa película ,de la que por cierto se hizo un remake en el año 1995 dirigido por Sidney Pollack ,y protagonizado por Julia Ormonds como Sabrina y Harrison Ford como Linus.



Trás el enorme éxito que le proporcionó “Sabrina”, Audrey vuelve a Broadway para interpretar Ondina de protagonista de la obra Homónima de Jean Giradoux.Allí conoce a Mel Ferrer, que era el protagonista masculino de la obra y se enamoran.Se casaron en el año 1955, y de ésta unión que duró hasta el año 1968 nació un hijo llamdo Sean que hoy en día gestiona la Fundación Audrey Hepburn ChildHood.

Su siguiente película la rodó en Roma y se tituló “Guerra y Paz”(1956).Ella interpretó el papel de Natacha y Mel Ferrer, ya su marido, le dió vida al príncipe Andrés. Fue la mejor película épica de los años 50.

Audrey le dió tanta credibilidad a su papel, que el director King Vidor, quedó maravillado y pasó a considerarla una de las mejores intérpretes que había dirigido en su larga carrera.

En el año 1957 cambia de registro e interpreta una deliciosa comedia musical llamada “Una cara con ángel”, en la que hace gala , junto a Fred Astaire , de sus dotes para la danza y el canto.

Éste mismo año trabaja de nuevo junto a Billy Wilder, y con Gary Cooper como protagonista masculino en la película “Ariane”. Aunque es una de las películas menos recordadas de la actriz, es indudablemente la esencia pura del romanticismo clásico. Ella estuvo resplandeciente y Gary Cooper, quizá un poco envejecido para el papel de galán, también demostró sus dotes de seductor con elegancia y distinción.


Al terminar la década de los 50 Audrey era una de las actrices mejor pagadas de Hollywood, y aunque esto no la convertía en una actriz de las más taquilleras en América, en la vieja Europa era una de las más admiradas.

Cuando interpreta “Historia de una monja” (1959), la crítica tanto americana como europea cae rendida a sus pies.Menos el Oscar, recibió todos los premios habidos y por haber.Fue sin duda uno de los mayores éxitos de su carrera. Despojada de sus vestidos de alta costura, logra trasmitir con su gestualidad y sobre todo con su mirada ,el conflicto interior que se produce cuando se cuestiona su vocación.


En 1960 protagoniza junto a Burt Lancaster el papel de una mestiza en “Los que no perdonan” y un año después interpreta una de las mejores comedias del cine moderno, basada en un obra de Truman Capote, llamada “Desayuno con diamantes”(1961).

En ésta película da vida a una joven bohemia, alocada y sofisticada que se viste con ropa de grandes modistos y que vive la vida al día y apasionadamente.No podía haberlo hecho mejor. Anedóticamente, parece ser que éste papel fue asignado en un principio a Marilyn, pero la Fox no quiso cederla a la Paramount, y el papel acabó en manos de Audrey.

Nunca sabremos cual habría sido el resultado final, si la película la hubiera protagonizado Marilyn, pero lo cierto es que hoy en día no nos imaginamos a otra actriz que no sea Audrey ,en el papel de Holly.

Marcó tendencia con sus atuendos sofisticados y tanto el vestido negro que lució de Givenchy y el peinado que lució, han sido imitados durante muchísimos años. La misma Penélope Cruz asistió a una ceremonia de los Oscar, con uno similar.



En el año 1962 interpretó junto a Shirley MacLaine ” La Calumnia”, película sobre dos maestras acusadas de lesbianismo por una maliciosa niña. Éste film representa al cine clásico auténtico. Las interpretaciones de ambas fueron maravillosas. Audrey actuó de forma elegante, distinguida y femenina mientras que Shirley le dió al papel el punto masculino que éste necesitaba. William Wyler, que fue su director demostró una vez más conocer de sobra el sentimiento humano ,y se adentró profundamente al interior del alma femenina de las dos mujeres protagonistas.


En 1963 formó pareja con Cary Grant en “Charada”, una comedia de intriga de las más brillantes de los últimos años. Cary y Audrey fueron nominados a los Globos de oro, y Stanley Donen, director de la película ganó el Premio Edgar de los Escritores de Misterio de América al mejor guión adaptado.

 


El año 1964 le trae una nueva producción llamada “Encuentro en Paris”, no obteniéndo muy buen resultado de taquilla, y es en éste mismo año cuando llega uno de los filmes más caros rodados en aquellos tiempos “My Fair Lady”. La elección de los protagonistas, en un principio resultó algo conflictiva pues querían una actriz ,que además de actuar supiera cantar, pero finalmente apostaron por Audrey que según cuentan cobró un millón de dólares por su interpretación.

La elección fue la acertada, aunque Julie Andrews, que fue en la que se pensó en un principio, tampoco que se quedó atrás, pues protagonizó dos de las películas más exitosas de su carrera , que fueron “Mary Poppins” y “Sonrisas y lágrimas”, por la que se llevó el Oscar de aquel año.

La comedia parecia ser el punto fuerte de ésta actriz, y de nuevo le ofrecieron trabajar junto a Peter O’Toole en ” Como robar un Millón..”(1966), sin obtener el éxito esperado.En el año 1967 y de nuevo bajo las ordenes de Stanley Donan rueda “Dos en la carretera” en la que estuvo a la altura de sus anteriores interpretaciones. Y es en el año 1968 donde logra sin duda una de sus mejores actuaciones en “Sola en la oscuridad”, donde da vida a una mujer ciega, acosada por una banda de asesinos.

Con ésta película llega el fin de sus trabajos en los años 60, y no vuelve a aparecer en pantalla hasta el año 1976, con la película “Robin y Marian” junto a Sean Connery que narra el encuentro de dos amantes legendarios al final de sus respectivos caminos.

Poco a poco se fue retirándo del cine, dedicándose en cuerpo y alma a sus hijos. Se casó una segunda vez con un siquiatra con el que tuvo un segundo varón, y rechazó guiones por no estar separada de ellos.

En el año 1979, aparece en la película “Lazos de Sangre”, y fue sin duda un placer volver a saber de ella.Su última intervención en el cine se produce en “Always”(1988), un film de Steven Spielberg donde ella daba vida a un ángel.

Una vez abandonado el cine, la hacen embajadora de Unicef y concentra todos sus esfuerzos en ayudar a los niños del Tercer Mundo

Destacó en el cine con interpretaciones sublimes y fue consideradada una de las mujeres más elegantes del planeta . Se ganó un enorme respeto con sus labores humanitarias y lo más importante: la vida le recompensó, porque además fue una persona muy querida.Murió un 20 de Enero de 1993 de un cáncer de colón.A su entierro asistieron muchos compañeros de cine y sus esposos. Ninguno de ellos pudo contener su dolor.


Elizabeth Taylor al enterarse de su muerte dijo: “Hoy Dios estará contento por tener un ángel como Audrey a su lado.”

En la actualidad se suceden numerosos homenajes a su figura.

4 comentarios:

Lala dijo...

Maravillosa Audrey!!!!
Gracias por tu post.

BEsos

Cristina dijo...

Gracias a tí cielo. Audrey es sin ninguna duda, referente para cientos de personas, tanto por su belleza y calidad artística, como por su gran calidad humana. Una verdadera diosa del celuloide.
Un abrazo

octopusmagnificens dijo...

Audrey Hepburn es un 10/10.

SVH dijo...

Audrey faltan los adjetivos para calificarte... maravillosa, esplendorosa...la luz del cine...

Mi favorita por lejos del cine clásico...y bueno en general la favorita de todas las películas que se hagan hacia la posteridad.

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