lunes, 21 de enero de 2013

RECORDANDO A AUDREY



El 20 de Enero de este año, se han cumplido dos décadas de la muerte de una de las actrices con más ángel que dio el cine de la época dorada.
Ella tuvo su espacio en un mundo de mujeres explosivas y rotundas: rubias platino exuberantes, y morenas voluptuosas de mirada embrujadora; Audrey, que era una mujer alta, espigada y delgada hasta lo preocupante, se hizo un hueco irreemplazable con su estilo, su clase, su alegre mirada de niña inocente que cautivó a todos, y un talento pocas veces visto en ese Hollywood acostumbrado a crear estrellas femeninas con forma de cuerpos deseables, y roles establecidos.
Audrey entró en la espiral del estrellato rompiendo moldes, y ofreció un nuevo tipo de mujer delicada y bonita,  por la que era imposible no sentir cariño.

Esa luz que brilló en Audrey nunca se extinguió, pues tantos años después de su muerte, sigue siendo fuente de inspiración para miles de personas y sus películas referentes de toda una maravillosa época.

No habrá otra como ella por mucho que se empeñen. Cuando Audrey llegó a la Meca del cine, sabía lo que era sufrir, porque padeció una guerra, y con ella comprobó que el ser humano puede ser abyecto e inmoral, pero que también puede ser humanitario y bueno, y todas estas circunstancias la hicieron fuerte, aún siendo su apariencia débil y delicada : para ella, enfrentarse a un mundo práctico y de apariencias como el del cine, fue realmente muy sencillo.

Con esta personalidad de mujer bondadosa pero firme en sus ideas, arrasó en una industria poco acostumbrada a mujeres fuertes e imbatibles: la Meca del cine le abrió las puertas ,y la convirtió en la princesa más entrañable e inolvidable que diera el cine americano.



Nadie jamás se pronunció sobre ella de manera despectiva, y logró conseguir la admiración y el respeto de todo el que trabajó a su lado; ni siquiera en su vida personal sufrió desdén alguno, pues a su muerte todos los que compartieron con ella alguna etapa de su vida lloraron su ausencia.



Audrey fue uno de los rostros más representativos del cine de los años cincuenta, y en este ambiente pudo disfrutar de los lujos más exquisitos; pero este ambiente frívolo, no fue impedimento para que unos años después se viera de nuevo cara a  cara con la  miseria,  con niños de miradas perdidas, con rostros que reflejaban la misma hambruna que ella tantos años antes había padecido ; y fue aquí, en este contexto duro, de muertes anunciadas e injustas, dónde Audrey encontró el sentido de la vida, y se dedicó por completo a aliviar, dentro de sus posibilidades, el padecimiento humano. 



Hasta siempre querida Audrey, nosotros te volveremos a ver una y otra vez en esas mágicas e inolvidables interpretaciones que nos regalaste, y estoy segura de que tu, allá dónde estés, puedes ver y sentir el orgullo, puedes percibir el cariño y la admiración con los que hoy en día, tantos años después de que nos hayas dejado, se pronuncia tu nombre.







16 comentarios:

Unknown dijo...

Sólo se puede afirmar de esta mujer que fue la sobriedad personificada, resuelta en un modelo de belleza sin parangón y afligida por una niñez traumática.

Cristina dijo...

Hola Juan Carlos! siempre he sentido una gran admiración por esta actriz, que supo desenvolverse con la misma determinación en mundos tan diferentes. Era sobria, sencilla, bondadosa, y buena actriz. Nadie nunca ocupará su lugar, porque Audrey es única. Saludos.

Susan Lenox dijo...

Una mujer ideal con un físico ideal , aunque muy delgada ya le quedaba bien a ella, se fue pronto 63 años, nunca olvidaremos su Holly de Desayuno con Diamantes, fue una mujer comprometida y mucho con el tercer mundo... lo que nadie sabe de Audrey o poca gente, es que detrás de esa imágen elegante y delicada, se escondía una personalidad un tanto gamberra...hace poco me enteré que soltaba muchos tacos para hablar y que era super divertida y cachonda, siempre estaré en nuestros corazones...fue única.

Gracias por recordarnosla. Un besazo querida.

Miquel dijo...

Su talento como actriz está fuera de toda duda, pero lo verdaderamente importante de esta maravillosa dama fue su calidad como ser humano y la extraordinaria clase y elegancia moral que mantuvo durante toda su existencia.
No conozco si se hizo alguna película sobre su vida, pero Su historia merecería ser contada. Hace ya algún tiempo escribí algunas cosas en mi blog. Un saludo y enhorabuena por tu blog, y por este estupendo recordatorio a la querida Audrey.

Cristina dijo...

Hola Susan! Para mi Audrey fue ,junto a Marilyn , las que pusieron rostro al cine de los años cincuenta.
Extremadamente delgada, pero exquisita y con una clase inigualable, nunca hubo ni habrá nadie como ella.
No sabía lo que cuentas de su carácter, seguro que era así, porque toda la gente buena y honesta suele ser natural y espontánea, y se notaba que Audrey no era nada pretenciosa. Un beso querida Susan.

Cristina dijo...

Hola Miquel! Estoy de acuerdo con todo lo que dices: si su carrera profesional fue importante, más importante fue la carrera de su vida.
Era una mujer sencilla, cercana, muy alejada de aquella mítica imágen de Tiffanys que tan famosa la hiciera.
Un verdadero ángel por su apariencia y por sus actos. Voy a pasarme por tu blog a ver la reseña de Audrey. Besos.

Manderly dijo...

Audrey siempre!!
Es cierto que no tenía el tipo apropiado para la época que estaba llena de dulzura y eso no atrae a todos.
Ver sus película es un momento imprecindible para todo cinéfilo y un gustazo!!
Saludos.

abril en paris dijo...


Cuanto más sabemos de ella más despierta nuestra admiración. Una 'rara avis' entre tanta diva caprichosa y egocentrica. Unos ojos dulces como pocos, parecia que iba a romperse de frágil pero ahí estuvo en peliculas inolvidables. Una cara con ángel y un alma mejor aún.
La elegancia y la sencillez.
todo los homenajes son pocos SQS. ëste tuyo muy sentido, muy bonito.

Besos, Marvillosa :-D

V dijo...

Muchas veces a uno le dan ganas de preguntar pero ¿semejante maravilla es realmente de este mundo? Pues si, ella se encargó de recordarnoslo. Muy bonito homenaje. Un abrazo.

Cristina dijo...

Hola Manderly! No cabe discusión alguna: Audrey es querida por todos, cosa que ,por otra parte, le sucede a muy pocas actrices. Así da gusto jajjaja. Saludos!

Cristina dijo...

Hola Abril! ¿Sabes? Recuerdo cuando yo era pequeña, 12 ó 13 años, me decían que me parecía a ella, porque era una niña delgadita, y siempre iba con una coleta que me despejaba el cabello de la cara, y recuerdo que yo me enfadaba, porque quería ser como Rita, a la que veía tan, tan guapa y deseable. Ahora tantos años después mi visión de las cosas ha cambiado, y aunque Rita sigue siendo un referente estético para mi, lo cierto es que estaría orgullosa de parecerme, aunque sólo fuera un poquito a esta bella y dulce mujer. Un beso Abril,

Cristina dijo...

Hola V! No puedo añadir nada más a lo que has escrito: con las palabras que has utilizado lo has dicho todo sobre ella. Un abrazo.

deWitt dijo...

Es increíble que después de tantos años (recuerdo perfectamente el día que murió, a mis 16 años me pareció una tragedia) siga estando tan presente y, en cierto modo, tan viva. Pasará mucho tiempo hasta que vuelva a surgir una "Audrey Hepburn", si es que surge.

Fantástico homenaje, bravo!

Biquiños

Cristina dijo...

Hola deWitt! Ese encanto suyo era y será inigualable; yo creo que su misterio radica en su gran bondad que se reflejaba en su rostro y ésto la convertía en una mujer muy atrayente y especial. Gracias por tu comentario Kike y un besazo.

miquel zueras dijo...

Su imagen en el cartel de "Desayuno con diamantes" es un ícono poderosísimo. No es extraño que me lo impusieran cuando dibujé la portada de la novela de Capote. Hepburn me gustó mucho en "Charada" había química entre ella y Cary Grant. Es una pena que no rodara muchas más comedias a las que adornaba con su elegancia natural.
Todos decían que era muy buena persona aunque eso quizás se puso en su contra pues reconoció estar muy dominada por Mel Ferrer, su pareja más duradera. Besos y muy buen post. Borgo.

Cristina dijo...

Hola Borgo! Recuerdo perfectamente esa portada que hiciste, y muchas veces he estado tentada de ponerla en mi blog para adornarlo un poquito másjajaja.
Sin duda es ,junto a la del vestido blanco de Marilyn en la rejilla del metro, una de las imágenes más icónicas del cine.
No sabía lo del Mel Ferrer, creo que ella alguna vez dijo que el hombre que más feliz la había hecho fue su último marido. Gracias y un beso querido Borgo.

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