EL UNIVERSO KITSCH

El término Kitsch se utiliza para describir un tipo de estética exageradamente ornamentada. Así pues su lema es el exceso; la mezcla de colores explosivos, combinaciones de diferentes objetos que nada tienen en común, materiales como el plástico, el vidrio o la cerámica mezclados sin criterio, pero que finalmente parecen proyectar una extraña pero, en cierta manera, alegre armonía.

Predominan los colores rosa chicle, azul, verde, rojo, cualquier tipo de estampado llamativo, y pieles sintéticas de motivo animal print.

Andy Warhol, reconocido mundialmente como el creador del pop art, se consideraba a sí mismo fiel seguidor de esta corriente estética.

Lo que es indiscutible es que este tipo de ornamentación sigue vigente en nuestra sociedad actual, y que muchos son los interioristas que recurren a esta rama de la decoración pero eso sí, con una estética bastante más sofisticada, logrando resultados que se alejarían en parte de aquellas decoraciones casi imposibles, que rozaban en muchas ocasiones el mal gusto.

Este tipo de decorados recargados y bastante cursilones inundaron durante algunos años fotografías y películas, sobre todo del cine americano , y en la actualidad, tantos años después de la manifestación de aquella tendencia extravagante, compruebo que para mi es un auténtico placer el poder recrearme en este peculiar arte. En cierta manera hasta me resulta conmovedor, ya que deduzco que esa corriente artística, no fue más que el reflejo de una época alegre y colorida, mediante la cual la clase media pudo envolverse en una atmósfera teatral, con decorados casi de película que seguro hicieron las delicias de más de uno.

En España tenemos una magnífica representación con el cine de Almodovar. De hecho éste llego a decir: "Los objetos y la decoración Kitsch, sirven para definir mis gustos y mis personajes. Inconscientemente, todo sirve para mostrarse y para esconderse".

Aquí os dejo algunas fotografías que según mi parecer representan a la perfección el universo Kitch.

Zsa Zsa Gabor, envuelta en rosa junto a un perro teñido de rosa.

Joan Collins en foto promocional de una de sus películas. La alfombra de oso y el fondo rosado le da el toque Kitsch de la época.

Carrol Baker inundada del color preferido del movimiento Kitsch.

El estampado de leopardo fue de lo más recurrente.

Los caballeros las prefieren rubias. Estoy segura de que el decorador de la peli no le hacía ascos a la estética Kitsch.

Y por fin le llega el turno a ella: la reina entre las reinas del Kistch: Jayne Mansfield.

En fin... estoy pensando en cambiar la decoración de mi habitación y así trasladarme como por arte de magia a aquella época que tanto me gusta. Que me llamen hortera, cursi... Que me llamen lo que quieran. Como diría Alaska, también fiel seguidora de esta estética: "¿a quién le importa lo que yo haga?".

¡Que paséis un feliz verano! Nos vemos en septiembre.