PIER ANGELI

Hoy en día la carrera cinematográfica de esta bella actriz está practicamente olvidada, pero durante unos años su nombre brilló, aunque fugazmente, en el firmamento del inaccesible mundo de Hollywood . Su rostro aniñado y angelical, y su sencilla belleza ,le abrieron las puertas de la meca del cine,y Pier supo cautivar al público americano ,aún siendo ella una mujer nacida en tierras lejanas. De hecho esta fue su etapa más recordada por el público, aunque ella había comenzado algunos años antes su carrera en Italia que era su país natal. Hollywood aprovechando su imágen genuina e inocente, la presentó ante el público como si de una auténtica novedad se tratase, ya que se esperaban de ella resultados muy beneficiosos. Nada ocurrió tal y como se había planeado, y Pier se convirtió en unos años en una patética sombra de lo que pudo haber sido; sus desequilibrios emocionales, hicieron mella tanto en su carrera, como en su vida personal, y el cine que en tan poco tiempo la encumbró, la condenó al olvido con la misma facilidad.



Pier nació en Cerdeña un 19 de Julio de 1932 junto a su hermana gemela María, que también se dedicó al mundo del cine bajo el seudónimo de Marisa Pavan, llegando ésta a actuar en producciones como “La rosa Tatuada”, o “Salomé.”
Desde pequeñas ambas hermanas dieron muestras de su interés por la interpretación, así que Pier que se movía por circulos artísticos pues cursaba estudios de arte en Roma, fue descubierta por el director Leónide Moguy, que le ofreció el papel protagonista en “Mañana será tarde”(1949), una película algo escandalosa para la época, ya que trataba sobre la iniciación de unos adolescentes al sexo. Con tan sólo 14 años Pier carecía absolutamente de experiencia, pero su naturalidad se vió confirmada con esta interpretación. Por cierto vale la pena señalar que cuando el film llegó a España ya hacía cinco años que se había estrenado en Italia, pero el escándalo que se produjo fue monumental.
Esta película convirtió a Pier en una actriz muy popular, por lo que rodó de nuevo con el mismo director “Mañana será otro día” (1951),otro drama moral que no consiguió ni de lejos la repercusión que tuvo con la anterior.
Su siguiente film ya lo rodaría en tierras americanas, obteniendo un notable éxito; en “Teresa” (1951), interpretó el personaje de una joven italiana, que se casa con un soldado yanqui,y tiene que trasladar toda su vida a Estados Unidos, siendo acogida por los familiares del novio de manera fría y hostil. El tema escogido para la película estaba muy vigente en aquella época, ya que fueron miles las muchachas europeas que pasaron por esta misma situación,así que la cinta fue acogida con un gran interés por el público. La interpretación de Pier fue muy notable y enamoró a todos con su mirada serena, y su aire de chica sencilla e inocente. A partir de este gran éxito la Metro firmó un contrato con la actriz de 6 años, en los que se pretendía, con gran temeridad por parte de los estudios, nada más y nada menos que llenar el vacio que en su día dejó la insustituible Greta Garbo, un tiempo más tarde se vieron confirmadas las sospechas de que Pier quedaba muy bien en pantalla, pero su registro interpretativo era más bien escaso, comparado claro está, con el de esta gran diva. De esta manera comenzó en parte su declive, pues los estudios una vez perdida su ilusión por la actriz, no sabían realmente donde situarla, y la joven comenzó a decorar películas más bien mediocres, que hicieron que el público fuera olvidando poco poco su nombre.



En el año 1952, protagonizó junto a Steward Granger ”El milagro del cuadro”, una película de bajo presupuesto en la que apareció deslumbrante, pero quizás no lo suficiente para permitirle alcanzar un puesto entre las actrices más demandadas de Hollywood. Así que los estudios comenzaron a promocionar a Pier mediante reportajes publicitaros en los que se la mostraba en todo su esplendor, bien ejerciendo el papel de perfecta ama de casa, o bien en paisajes idílicos ofreciendonos sugerentemente su bien formada anatomía.



En el año 1953, ocupó las portadas de las revistas de sociedad, pero no por el trabajo que desempeñó en”Tres amores” (1953), sino por el apasionado romance que mantuvo con Kirk Douglas, que fue su compañero en la película. De todos es sabido la poderosa influencia que tenían las madres italianas sobre sus hijas, y la mamma decidió, en este caso, que la relación no era conveniente para la imágen cándida de su hija, así que rapidamente Pier se olvidó del galán ,aún en contra de sus propios sentimientos.
Un tiempo después, y para disgusto de la mamma, se enamoró de nuevo de uno de los galanes más demandados de Hollywood, y para más inri con fama de rebelde sin causa.James Dean entró en su vida, y la marcó intensamente.Cuentan que estuvieron a punto de casarse, pero la madre finalmente “convenció” a la actriz para que abandonara a aquél muchacho tan moderno y de ideas tan arriesgadas, parece ser que Dean tenía pocas convicciones religiosas, y de nuevo Pier para satisfacer a su manipuladora madre le dijo adios para siempre, al que según sus propias palabras fue el amor de su vida. No tardó en encontrar al hombre perfecto en la figura de un cantante de origen italiano llamado Vic Damone, con el que tuvo a su único hijo.



Aunque a Pier le beneficiaron publicamente estos amoríos, lo cierto es que no lograba encarrilar su carrera, y ésta siguió naufragando en producciones como “Sombrero” (1954), en el que interpretó el papel de una bella mexicana al lado de Ricardo Montalban; lo curioso es que el film aún repleto de estrellas, y con paisajes maravillosos rodados en México, pasó totalmente inadvertido tanto para el público como para la crítica.



Siguió su andadura cinematográfica con un remake de una película francesa llamado ” The Flame and the Flesh”, junto a una ya madura Lana Turner luciendo de morena; Pier se limitó a ser el contrapunto inocente y virginal de tan vampiresa dama.



En el año 1954 apareció en una superproducción bíblica llamada “El caliz de Plata”, muy en boga en aquellos tiempos, al lado de figuras como Paul Newman, Jack Palance o Virginia Mayo, pero el resultado no agradó al público, y de nuevo su imágen quedó rapidamente olvidada.Un año despues Newman y Pier se volvieron a ver las caras en “Marcado por el odio”(1955); Newman se consolidó en el cine con esta cinta, y sin embargo el trabajo de la dulce Pier pasó de nuevo sin pena ni gloria,aún estando fantástica en su papel de mujer resignada ,que soporta en soledad todo el drama que supone tener un marido boxeador(papel interpretado por Newman).







Paradojicamente, mientras la carrera de Pier iba poco a poco desintegrandose, la de su hermana Marisa Pavan, iba engrandeciendose con producciones como “La rosa tatuada”, o “Astucias de mujer”, por lo que la actriz intentando darle un giro a su carrera apareció junto a Richard Attenborough en “El amargo silencio” (196O); tal vez ya era tarde para lograr cambiar su imágen melancólica y virginal, pero de nuevo lo intentó en “Sodoma y Gomorra” (1962), interpretando el papel de esclava de la reina lesbiana de Sodoma, con un estilo sexy y provocativo.
En el año 1965 apareció con un breve papel en una película bélica llamada “La batalla de las Árdenas”, y poco más se supo de ella cinematográficamente hablando. Su última película casi ni tuvo repercusión mediática pues se trató de un film de serie B, de muy baja calidad.
El mismo año que se despidió del cine, lo hizo también de la vida, y en Septiembre de 1971, murió por una sobredosis de barbitúricos. Atrás quedaron los días de gloria…el presente era demasiado cruel con ella… el presente que la había convertido en una actriz olvidada y vapuleada tanto por la industria, como por su propia familia. Pero la magia que tiene el cine es que la imágen de Pier siempre permanecerá inalterable en el tiempo ….a muchos nos quedó el recuerdo de Pier como el de aquella chica sensible, inocente, meláncolica y de mirada serena que enamoró al mismísimo James Dean, que según ella misma escribió en una carta antes de morir, fue el gran amor de su vida.