Perversidad: condición anormal de la personalidad, en la que el perverso desarrolla una destructividad hacia sus semejantes a través de pensamientos y actos de carácter maligno.
El perverso en plenamente consciente de sus actos, pero no por ello deja de humillar, vejar y dañar a otras personas.
Su personalidad es conflictiva, y en ocasiones actúa inspirado por su propio fracaso
Cuando la víctima del perverso es humillada y sometida, éste experimenta sensación de triunfo y superioridad.
Hace unos días pude disfrutar de nuevo del magnífico film de Fritz Lang, "Perversidad", y lo cierto es que tras verla me surgieron numerosos interrogantes; no sé por qué, la verdad sea dicha, ya que la he visto varias veces, siempre en diferentes momentos y por lo tanto en diferentes estados emocionales de mi vida, y la verdad es que nunca me había hecho reflexionar de esta manera. Una persona perversa ¿nace o se hace? ¿Son las circunstancias que rodean a una vida las que te condenan a ser mejor o peor persona? ¿Es la genética la que finalmente determina una forma de ser, o la maldad se puede corregir con voluntad, amor y un entorno rico en emociones positivas?
Pero bueno a lo que vamos...
PERVERSIDAD
El comienzo del film nos muestra una celebración en la que el protagonista es un hombre llamado Chris Cross ( Edward G, Robinson); es una fiesta de trabajo en la que se ensalza la figura de este hombre, debido a sus 25 años en la empresa, y en la que se menciona, en varias ocasiones, su intachable conducta y su gran honestidad.
Se percibe con claridad que todos sienten cariño y admiración hacia Chris, cuyo rostro afable y sonriente, también deja prendado al espectador que reconoce en él a una persona buena y honesta.
Al terminar la fiesta, y mientras se dirige hacia un hogar en el que lo espera una mujer dominante, poco agraciada y a la que no ama, tropieza con una situación de maltrato hacia una mujer. Chris que un hombre íntegro y bueno, no puede tolerar semejante abuso, y allá que va él con su escasa estatura y paraguas en mano, a defender a la dama en apuros.
Más tarde nos enteraremos de que el agresor es el propio novio de la joven a la cual vapulea a su antojo
Chris, tras solucionarse el altercado positivamente, y sin ganas algunas de volver a su hogar, invita a la joven a tomar una copa y ella accede complacida. Kitty (Joan Bennet), parece ser una chica con pocas luces, mucho desparpajo y bastante descarada, por lo que no ve impedimento en aceptar la invitación, y es allí sentados en un acogedor Bar, mientras charlan, cuando el espectador comienza a descubrir la gran sensibilidad de Chris, que en su tiempo libre se dedica a pintar hermosos cuadros.
LLegados a este punto y conociendo ya el espectador el triángulo formado por Chris, Kitty y el novio de ésta Johnny ( John Duryea), yo me pregunto ¿Es Kitty tan perversa como nos la muestran?, De hecho al principio de la relación ella incluso parece tener cierta estima hacia este hombre bueno y compresivo, no se la ve muy maliciosa, y en ocasiones hasta llega a producirle pena.
Kitty coaccionada por el verdadero perverso, que en este caso y a mi modo de ver, es su novio proxeneta, se va transformando en un ser abyecto cuya única finalidad es, más que la de humillar al hombre que la mantiene, la de contentar al tirano de Jhonny.
Así pues, yo pienso que, en este caso, no estaríamos hablando de una femme fatal en su pleno apogeo, ya que la mujer está totalmente sometida a la voluntad de un hombre, cosa que nunca haría una verdadera mujer fatal.
Sin embargo, el personaje de Johnny es más importante de lo que parece. Típico vividor, vago y maleante, que con tal de no doblar el lomo es capaz de vender a su propia madre: él es el que idea la trama que conducirá al bueno de Chris directo al infierno.
¿Cómo un hombre dócil, sensato y sensible, puede llegar hasta el extremo que llega Chris? Es realmente complicado averiguar lo que en ocasiones esconde la psique humana, pero en este caso está más claro que el agua: Chris se aferra a lo que él considera la última posibilidad de dar un cambio radical a una vida que detesta, y que lo está matando lentamente.
Sabe que está siendo utilizado, que lo desprecian, que lo engañan, pero él no quiere alejarse de la ficticia ilusión que es Kitty
La película cuenta con muchos tópicos , los personajes son totalmente predecibles, y tal vez esta historia de desengaños, mentiras y seducciones que nos cuenta Lang ya está muy vista; pero esa compasión que sientes por ese hombre bueno que es Chris, esa impotencia al no poder gritar :¡no te das cuenta de que te está engañando, de que se está riendo de ti"; esos nervios que te dominan cuando compruebas que no, que no es que no se de cuenta, que la realidad es que "no quiere darse cuenta", te tienen en vilo y pegada a la pantalla de principio a fin.
Y ese final apoteósico, sórdido, desolador, terrible ...
Tan sólo las personas buenas tienen conciencia, las perversas suelen ser tan cobardes que temen enfrentarse a ella, sin embargo la maldición que fatalmente recae sobre todo aquél que lamentablemente se cruza en el camino de estos seres sin alma, no tiene vuelta atrás
¡Huy menudo tema has abordado, Cris! Muy interesante pero tambien muy complejo. No sabemos lo que hay dentro de la cabeza ni del alma humana, somos en parte genetica, en parte educación y circunstancias. Por eso la maldad, la perversidad puede tener muchas caras y diferentes motivos.
ResponderEliminarLa pelicula está muy bien, a mí me gustó bastante, creo que escribí sobre ella en el blog porque al revisarla tambien me impresionó la interpretación de E. G. Robinson y ella, Joan Bennet, que está tan seductora y lianta, pero desde luego ves en esa conducta la mano del novio que es el que a su vez manipula a la chica. Es un juego a varias bandas porque unos manipulan y otros se dejan manipular a sabiendas de que son "engañados".
Es muy cierto, hay gente que le pasa lo que le pasa porque "no acepta su realidad" que es más patética que la fantasía que cree estar viviendo.
Y muy retorcido y tambien complejo para analizarlo así en un comentario. La cuestión es que siempre hay detrás alguien realmente perverso que busca humillar y engañar al que cree más tonto que él, de ahí su satisfacción.. suelen ser personas que a su vez en algún momento fueron humilladas y ahora se toman "la revancha" con otros que creen más débiles o que "se lo permiten". Es triste y de psicólogo.
La historia está muy bien contada y para eso Fritz Lang era único, siempre historias oscuras y personajes con muchas aristas.
¡Y qué grande es el cine, Cris! hay temas para todos los gustos ¿no es cierto? :)
Buena reflexión y buena reseña.
Besos, guapa
Hola amiga Abril! Sí cierto es que la perversidad puede tomar diferentes formas, pero lo cierto es que todo este planteamiento, surgió a raíz de unos buenos amigos que tengo que son padres de dos hijos, un chico y una chica, y educados en el mismo entorno, uno parece un ángel y otra un demonio a la que no se le ocurre nada bueno (los padres están desesperados)
ResponderEliminarSin duda para mi lo más importante es el ambiente en el que te educan, ni que decir tiene, que el que sea más o menos opulento respecto a bienes materiales no tiene nada que ver. Los casos genéticos tal vez se manifiesten más en forma de alguna enfermedad mental hereditaria, pero creo que en ningún caso tiene nada que ver con la perversión que es más una característica de la personalidad que otra cosa.
La película es desoladora. y qué grande Robinson, sin duda la película es él y nadie más que él.
Entraré a leer tu reseña, nunca viene mal aprender de los grandes como tú
Muchas gracias querida Abril, por tu magnífico comentario!Un beso
Película Lang cien por cine, tan buena como el original de Renoir, e incluso mejor. En la línea de la mujer del cuadro. Me encanta Joan Bennett de mala, mucho más que de buena, ¡donde va a parar!
ResponderEliminarAbrazos.
Hola Ethan! Perdón, pero últimamente entro poco al blog y no había visto tú comentario. Sí a mi también me gusta más de mala jajajaa
ResponderEliminarUn abrazo y muchas gracias por la visita!