viernes, 4 de julio de 2014

CAROLE LOMBARD


Era encantadora, y su físico deslumbrante. Sin embargo, siempre era su carácter lo que terminaba resplandeciendo por encima de su perfecta anatomía.
Los que pudieron conocerla aseguraban encontrar en ella a varias mujeres a la vez. Tenaz, controvertida, amiga de sus amigos, risueña, e incluso a veces......algo salvaje.
Tenía un humor ácido que sorprendía a muchos, pues su apariencia de fragilidad y elegancia engañaba respecto a su carácter decidido y emprendedor. Se relacionaba muy bien con el género masculino, pues comprendía muy bien su mundo , en el que se sentía como pez en el agua, utilizando un lenguaje muy "masculino" que dejaba a muchos con la boca abierta.


Murió con tan sólo 33 años, pero aún así su carrera cinematográfica fue muy fructífera, y cuenta en su haber con títulos inolvidables.



Su periplo por el cine comenzó cuando tenía tan solo 12 años, al ser descubierta, mientras jugaba al beisbol con unos amigos, por un director de cine llamado Allan Dwan que le ofreció participar en una película llamada “A Perfect Crime”.


Pero fue en el año 1925 cuando a Carole firmó un contrato en la 20th Century Fox, comenzando así una carrera que fue sólida e importante. Su primer film se remonta al año 1926, siendo éste un drama de cine mudo dirigido por Howard Hawks.

Debutó en el cine sonoro junto a Clark Gable con la película “Casada por azar”(1932).



En el año 1933 se atrevió con el cine de terror mediante una película que llevó por nombre “Sobrenatural”, y este mismo año compartió cartel con Cary Grant, que también comenzaba su andadura por el cine, en una película bélica llamada “El águila y el halcón”.




En el año 1934, el "Bolero" bailado junto a George Raft, subió la temperatura a más de uno.





En aquella época se hizo muy popular un subgénero llamado Screwball Comedy, y Carole apareció en él con la impecable comedia "Candidata a millonaria" (1935), en la que la actriz y Fred MacMurray, nos regalaron secuencias ingeniosas y divertidísimas.





En el año 1936 intervino en una ingeniosa y brillante sátira sobre la alta sociedad que se llamó “Al servicio de las damas”, y que protagonizó junto a William Powell, que por cierto posteriormente se convertiría en su marido.




Su carrera iba "viento en popa", y títulos como “Comenzó en el Trópico”, bajo la dirección de Mitchell Leisen, y compartiendo reparto con figuras como Fred MacMurray, Dorothy Lamour o un jovencísimo Anthony Quinn, o “La reina de Nueva York”, demostraron que no se habían equivocado al apostar por ella.





En el melodrama “Dos mujeres y un amor”(1939), compartió de nuevo protagonismo con Cary Grant , en un film totalmente adaptado a los gustos de una época en la que tanto el divorcio , como las separaciones matrimoniales estaban mal vistos ética y moralmente.









"Matrimonio Original" (1940) fue la única comedia que rodó Hitchcock en tierras americanas, y tuvo como protagonista a la actriz. Por cierto años más tarde Hitchcock manifestó que la cinta había supuesto para él una perdida de tiempo, pero también declaró que la presencia de Carole fue espléndida.







Su última aparición en el cine antes de su temprana muerte se produjo en una insuperable, inteligente y magistral parodia antinazi llamada “Ser o no ser”(1942).
Dirigida por el gran Ernest Lubitsch y protagonizada por Carole, Jack Benny y Robert Stack entre otros, pasa por ser la comedia con mayor humor corrosivo que se filmara en el cine americano sobre el régimen nazi. Carole murió al finalizar el rodaje de esta película en un fatídico accidente de avión. Los hechos sucedieron cuando Carole se trasladó en avioneta a su pueblo natal para vender Bonos de guerra, y ayudar así a las tropas americanas.
Durante el estreno de “Ser o no ser”, todo eran murmullos y desolación al visionar a la gran Carole en imágenes, que ella misma nunca llegó a ver.

Su por entonces marido Clark Gable, al enterarse de su muerte cayó en una profunda depresión.






A raíz de su muerte Gable abandonó el cine por un tiempo, y se alistó en el ejercito para intentar superar esta dolorosa pérdida.

Carole se marchó joven, como lo hacen todos los mitos.
Con 33 años la muerte puso fin a una existencia que empezaba prácticamente a recompensarle afectiva, y profesionalmente.

Nos dejó como legado maravillosas fotografías, y no menos maravillosas películas. Sin duda Carole fue, durante un tiempo, la "Reina de la comedia" de aquella época dorada de Hollywood, y lo cierto es que tantos años después pocas, por no decir ninguna, han ensombrecido su recuerdo.









Seguidores