lunes, 28 de marzo de 2011

DORIS DAY



Doris Day, fue una de las estrellas preferidas del público americano de los años 50 y 60.Cuando Doris llegó al mundo del cine, ya era una cantante reconocida por su gran voz ; voz que por cierto le hizo vender millones de discos
 Encarnaba el prototipo de mujer americana de manera acertada; era alegre, pizpireta y con unas ideas morales muy estrictas; tan estrictas eran, que incluso llegó a recibir el sobrenombre de “La Virgen oficial de América”.

Su aportación al mundo del cine de aquella época maravillosa, es indiscutible. Tanto por sus papeles como actriz, como por sus interpretaciones musicales, Doris ha pasado a formar parte de la historia del cine.

Nació el 3 de Abril, en Cincinnatti, (Ohio). Siendo ella muy pequeña, sus padres se separaron, quedando la niña bajo la custodia de su madre. Su madre le enseñó a amar el mundo de la danza, por lo que Doris a edad muy temprana comenzó a estudiar éste bello arte. Pero el destino quiso que un terrible accidente de tráfico la dejara algo perjudicada para dedicarse a éste mundo, por lo que su madre la convenció para que se dedicara al canto, que por otra parte, era un don innato con el que contaba la adolescente Doris, ya que estaba dotada de unos registros vocales, realmente interesantes.
Como no podía ser de otra manera, y al contar Doris con ésta hermosa voz, comenzó su andadura por el arte en una emisora de radio local, compaginando éste oficio con apariciones en conjuntos musicales de su ciudad.
Antes de crear su propia compañía, compartió escenarios con cantantes tan relevantes como Bob Crosby y Les Brown. Junto a éste último interprete consiguió éxitos muy importantes, que llegaron a ser números 1 en América.
A mediados de los años 40 comenzó a interesarse por el mundo del cine, produciéndose su debut cinematográfico en un musical llamado “Romance en alta mar” (1948); la película dirigida por Michael Curtiz, supuso un éxito para Doris, sobre todo por su deliciosa interpretación de la canción “It’s Magic”.Como anécdota parece ser que éste musical, fue ofrecido en un primer momento a la grandiosa Judy Garland, pero al tener ésta un contrato con MGM, le fue imposible aceptarlo, por lo que seguidamente se contó con la figura de Doris para interpretarlo. Fuese como fuese, éste papel fue la que la hizo conocida entre el público, que la aceptó encantado.



Michael Curtiz, le propuso trabajar de nuevo con él en una comedia sentimental llamada “My Dream is yours”(1949), que estaba ambientada en el mundo de la radio. La publicidad de la película giró en torno a portentosa voz de Doris, mediante slogans como ” La chica cuya voz hace girar millones de discos, bate un nuevo récord en el cine musical”.
Éste mismo año llegó “It’s Great Felling”(1949), dirigida por David Butler, y que prácticamente reunía las mismas condiciones musicales de la anterior. El impacto de Doris en la crítica fue extrordinario; los halagos hacia su voz y su gran desparpajo, se repitieron constantemente e hicieron de Doris una figura muy popular.
Dispuestos a encontrarle a Doris, algún que otro talento más, aparte del vocal, los estudios decidieron esta vez ofrecerle un papel algo más serio en “El trompetista”(1950).De nuevo dirigida por Michael Curtiz, la película fue una adaptación de la novela homónima de Dorothy Baker, y fue el primer film producido en Hollywood, que se dedicó a profundizar en la maravillosa música del jazz. Doris compartió cartel con figuras como Kirk Douglas y Lauren Bacall; Lauren interpretó el papel de mujer fatal, y Doris como no podía ser de otra manera, el de muchacha inocente y abnegada, que con su dulzura le arrebata el amado (Douglas), a la chica mala.




La intención de los estudios al intentar encajar a Doris en géneros que no fueran estrictamente musicales , fue momentáneamente olvidada, pues se vieron confirmadas las sospechas de que el público prefería a Doris en películas algo más inocentonas y menos complicadas; así que en los años siguientes apareció en su papel de rubia coqueta, dinámica y que por supuesto sabía cantar y bailar estupendamente, en diferentes títulos como “Té para dos”(1950); “I’ll See You in My Dreams”(1951), o “Abril en París” (1952).
La carrera de Doris estaba en estos momentos en su máximo apogeo, pues el publico americano acogía con verdadero fervor todas sus películas, pero decidida a no dejarse encasillar en títulos vacuos y repetitivos, decidió dar vida a un personaje mítico del folklore americano, llamado “Juana Calamidad”. La película se tituló en España “Doris Day en el Oeste” (1953), y aún siendo también una comedia musical, el público pudo ver a Doris de una manera poco habitual, ya que ésta vez su personaje fue el de una mujer dura , que se desenvolvía estupendamente en el mundo de los hombres del salvaje Oeste.




En el año 1955 apareció en un drama llamado “Ámame o Déjame”, al lado del versátil , James Cagney; Doris apareció exquisita con un vestuario elegante y sofisticado diseñado por Helen Rose, y de nuevo tuvo la oportunidad de lucir su gran voz, interpretando canciones como “I’ll Never Stop Loving You”, “Never Look Back”, o “Love Me Or Leave Me”, que fue la que dió título al film. Doris aprovechó la ocasión brindada por los estudios, y en su primer papel “serio”, lo entregó todo, logrando una interpretación memorable.






En “El hombre que sabía demasiado”( 1956) fue dirigida por Hitchock, y compartió protagonismo con James Steward. De todos es sabido el gusto que el gran maestro del suspense sentía por las rubias guapas y decididas,y parece ser que en Doris vio una de ellas, ya que le brindó toda su confianza para que desempeñara éste papel, que por otra parte encajaba como anillo al dedo con la imagen de la actriz, ya que daba vida a una turista americana. En ésta película fue donde Doris interpretó la célebre canción “Que será, será”; parece ser que con los años llegó incluso a aborrecer la melodía, ya que el público la consideró una de sus canciones más identificativas, y se la demandaban una y otra vez. La verdad, es que, aunque no convenció al público adepto a las películas del genio del misterio, lo que sí que consiguió fue vender millones de copias de la mencionada canción, y se cuenta que la empresa discográfica de La Columbia le ofreció un contrato de un millón de dólares.






A esta película intrigante y de conspiraciones, le seguiría un drama llamado “El diabólico Señor Benton”(1956). Sin embargo un año después apareció de nuevo, con un extrordinario musical “Juego de pijamas”, donde pudo demostrar una vez más su increíble calidad para desenvolverse en éste tipo de género; en la película se mostraron coreografías exquisitas, y la dirección corrió a cargo de Stanley Donen y George Abbott.
En 1958 la Paramount la reunió con el rey de Hollywood, Clark Gable, en una comedia titulada “Enseñame a querer”; ver a estos dos exquisitos actores en escena, fue todo un éxito, ambos estuvieron estupendos : Gable aportó su genuina y contundente personalidad, y por otra parte, Doris demostró el porqué era la reina absoluta de la comedia americana.

“Confidencias a medianoche”(1959), sería la comedia romántica que uniría por primera vez a Doris, con el galán Rock Hudson. El duo formado por estos actores agradó al publico de tal manera , que los estudios años más tarde ,aprovecharían el tirón volviéndolos a unir en “Pijama para dos” (1961), y “No me mandes flores)1964. Con éstas tres estupendas comedias, se demostró el buen hacer del Hollywood de aquella época, que con un genial guión y una estructura inmejorable, hacían reir y entretenían a partes iguales al espectador; después de tantos años de su rodaje, siguen siendo películas que agradan al espectador, y por las que el tiempo parece no pasar.










Antes de completar la trilogía con Rock Hudson, Doris encontró un par de huecos en su agenda, para protagonizar una comedia musical junto a David Niven llamada “No os comais las margaritas” (1960), que por cierto obtuvo un gran éxito comercial, y un thriller, que se tituló “Pasos en la niebla” (1960), junto al actor Rex Harrison.






En el año 1962 apareció en una película musical ambientada en el mundo del circo cuyo título fue “Jumbo, la sensación del circo”, que estuvo muy lejos de sus anteriores éxitos. Cuentan que debido a éste estrepitoso fracaso, perdió la oportunidad de protagonizar el papel de la baronesa Von Trapp, en “Sonrisas y lágrimas”.
Más el revés de la película, no minó la confianza de los estudios en tan estupenda actriz y de nuevo apareció divina y triunfante, junto al maestro de la comedia Cary Grant ,en “Suave como el visón” (1962).
Un año después protagonizó en “Apártate, cariño” (1963), el papel que Marilyn Monroe dejó a medias, debido a su muerte, en la película ” Shomething’s got to give”(1962). Al quedar la película inacabada se optó por reorganizar el guión adaptándolo a Doris, a la que emparejaron con el actor James Garner , que sustituyó a Dean Martin, y Polly Bergen, que sustituyó a Cyd Charisse. La cinta no resultó ser precisamente un éxito, y pasó al olvido fácilmente; curiosamente hace algún tiempo se hizo un montaje de los minutos grabados por Marilyn en la película original, y en todas las escenas aparecía radiante. Tal vez de haberse estrenado, no hubiera sido uno de los éxitos más importantes en la carrera de la eterna diva, pero hoy en día ,estos minutos de grabación nos la muestran divina en su baño nocturno , donde aparece semidesnuda bañandose en una piscina de aguas azules y cristalinas. Nada más por ésta secuencia, Doris ya sale malparada.







En los años 60 la película más relevante de su carrera cinematográfica fue la antes citada “No me mandes flores”, protagonizada junto a Rock Hudson. Lo cierto, es que aunque protagonizó algunas más como “Desafío en el rancho”(1967), “Capricho” (1967), “El novio de mamá”(1968) o “Anoche se apagó la luz”, ninguna fue lo bastante buena, como para aportarle éxito. Así que viendo que sus tiempos en el cine llegaban a su fin, se vio “obligada “a aparecer en la televisión con “The Doris Day Show”, que duró cinco temporadas en antena, debido a la gran acogida que recibió entre el público.



Aunque Doris en la pantalla siempre dio una imagen de mujer inocente e ingenua, a la que la vida le sonreía, su vida privada no fue un camino de rosas.

Se casó por primera vez a la temprana edad de 17 años, con un músico llamado Al Jordan, que la maltrataba física y psicológicamente. Aún sí, con él tuvo a su único hijo Terry. El matrimonio duró poco más de dos años, y terminó trágicamente, pues a causa del divorcio el padre de su hijo decidió suicidarse.
Su segundo matrimonio tampoco duró mucho más que el anterior; ésta vez se casó con un saxofonista que tuvo el tiempo suficiente, para introducirla en la Ciencia Cristiana.
El matrimonio más duradero se produjo con el que sería su representante, y productor de muchas de sus películas Marty Melcher. A la muerte de éste en el año 1968, Doris se dió cuenta que la había dejado arruinada, y que había firmado en su nombre un contrato para trabajar en la televisión. Gracias a esto último Doris pudo recuperar algo de su patrimonio, pero se vio obligada a trabajar en un medio que no era de su agrado. Con su Show obtuvo durante 5 años mucho éxito, pero lo cierto es que Doris al llegar el sexto año ,ya no quiso renovar el contrato, pues no aguantaba más el ritmo de trabajo agotador que exigía la televisión.
Aún se casaría una cuarta vez con un hombre once años menor que ella. El fracaso de éste matrimonio, comenzó provocarle un estado depresivo, llegando a manifestar que el mundo del espectáculo le horrorizaba, y que el género humano le parecía abominable. Tal vez éste fuera el motivo por el que a partir de entonces dedicara su vida plenamente a ayudar a los animales abandonados, e incluso llegó a fundar la Organización “Doris Day Animal League”.
La vida la azotó duramente, cuando su único hijo murió a causa de un melanoma en el año 2004.Curiosamente Doris rechazó varios premios, entre ellos el Oscar Honorífico, por su miedo a trasladarse en avión.

Hoy en día ya con casi 90 años vive prácticamente aislada ,dedicándose a sus queridos animales, y cuentan que muchas noches se la puede ver por la calles cercanas a su residencia recogiendo animales abandonados.
La novia de América, la radiante y sonriente actriz, tuvo una vida difícil y trágica…de nuevo ,la historia de una vida, nos demuestra que en el mundo de Hollywood no es todo tan maravilloso como podría parecer.

Doris Day murió el 13 de Mayo de 2019.


lunes, 21 de marzo de 2011

JENNIFER JONES

Jennifer Jones 1944:


Jennifer Jones fue una de las mujeres más hermosas que apareció en el cine de los años 40 y 50, y sin embargo su gran encanto, no ensombreció en ningún momento sus dotes artísticas. Su talento fue reconocido en numerosas ocasiones , ya que fueron varias de ellas, las que fue nominada a los Oscars, llegando a conseguir el galardón por el papel desempeñado en “La canción de Bernadette”
.
Algunos la tacharon de estirada , pero la cuestión es que era tímida y enormemente discreta. Nunca quiso formar parte de la farándula hollywoodiense, que por otra parte la respetaba enormemente, por la gran clase y el estilo elegante con el que se desenvolvía, tanto profesionalmente como en su vida privada. Hombres importantes cayeron rendidos a sus pies,  los mejores directores que hubo en la época se disputaron su trabajo, y el más notable de los productores de la era dorada de Hollywood, terminó sucumbiendo a su magnética personalidad.

Jennifer fue un ejemplo a seguir; supo digerir la fama y los elogios con estimable elegancia, y nunca perdió su sello personal, que fue el que la hizo distinta de todas las demás.




Nació en Tulsa, Oklahoma el 2 de Marzo de 1919. Sus padres eran artistas de teatro y vodevil, por lo que la vocación de Jennifer se forjó desde que era una niña. Ella estaba encantada de compartir con sus padres, este artístico trabajo, así que en plena adolescencia, decidió matricularse en una prestigiosa escuela de interpretación. En esta escuela fue donde Jennifer conoció a su primer marido, un estudiante que compartía aficiones artísticas con ella, llamado Robert Walker.

Contrajeron matrimonio en el año 1939,y la pareja comenzó su paseo por el mundo artístico, cada uno de diferente manera; Robert comenzó a trabajar en la radio, mientras que Jennifer alternaba su carrera de modelo, con los castings de cine, a los que se presentaba con asiduidad.

En una de estas pruebas de cine, Jennifer se puso tan nerviosa que rompió a llorar desconsoladamente; lo que pasaría por la cabeza del más poderoso e influyente productor que había en esos momentos en Hollywood cuando visionó esa prueba, sólo lo sabe él mismo, pero lo cierto es que David O.Selznick, quedó subyugado por la actriz, e inmediatamente le ofreció un contrato.

En el año 1943, y bajo la firma del maestro Henry King, llegaría la película que la encumbraría en el cine, esta fue “La canción de Bernardette”. Su interpretación que según la crítica fue extraordinaria, logró transmitir sinceridad y autenticidad. .La crítica la alabó y el público quedó impresionado. Por esta actuación recibió el Oscar como mejor actriz principal.




A partir de este triunfo, supo encauzar adecuadamente su carrera y protagonizó títulos inolvidables como “Desde que te fuiste” (1944), junto a Claudette Colbert, Joseph Cotten, o Shirley Temple, “Cartas a mi amada”(1945), por la que fue nominada al Oscar, o “El pecado de Cluny Brown”(1946), en la que fue dirigida por el gran Lubitsch.

En el año 1946, protagonizaría otra de las películas por las que sería eternamente recordada; en “Duelo al Sol”,apareció como una joven mestiza india de la que se enamoran dos hermanos de elevada posición social. La película, estuvo producida por el todopoderoso David O. Selznick ,su prometido en aquellos momentos, y fue expresamente pensada para lucimiento de Jennifer. La fotografía fue espléndida y deleitó al público, con imágenes de la actriz en toda la plenitud de su belleza… una belleza sensual y salvaje en su personaje de tez morena. Por esta actuación de nuevo fue nominada a los Oscars.  Justo al final de la película podemos deleitarnos con una de las escenas más míticas del séptimo arte.




En el año 1948 fue una película de género romántico, “Jennie”, la que le traería el éxito. El film obtuvo unas críticas inmejorables, y hoy en día, pasados tantos años de su rodaje, se considera una pequeña joya, con una estética atrayente y secuencias magistrales,  en la que por encima de todo, destacaron tanto la interpretación de Jennifer, como la de Joseph Cotten en su papel de pintor que ha perdido la inspiración, y encuentra en la extraña Jennie, a su musa ideal.






En el año 1949, trabajaría con dos de los directores más importantes del momento;  de la mano de John Huston, apareció con el título “Eramos desconocidos”, y bajo la firma de Vincente Minnelli, se manifestó dando vida al personaje de “Madame Bovary”,del que hizo un retrato certero y muy alabado.






En los años 50, Jennifer consolidó su carrera, con inolvidables títulos como “Carrie”(1952), un desgarrador melodrama, que protagonizó junto al gran Laurence Olivier;”Corazón salvaje”(1952);”Estación Termini”(1953), junto a Montgomery Clift;”La burla del diablo”(1953), junto a Humphrey Bogart y Gina Lollobrigida, “La colina del adiós”(1955), junto al gran William Holden, o “Adiós a las armas”(1957), junto a Rock Hudson; ya a punto de finalizar el decenio apareció en una producción llamada “Las vírgenes de Wimpole Strett” (1957).







En los años 60 apareció en el que sería el último film dirigido por el director Henry King, y que se llamó “Suave es la noche”(1961).
A partir de la muerte del que fuera su marido,el famoso productor David. O. Selznick, sus apariciones en el cine se fueron espaciando. Su carrera hasta la muerte de éste ,estuvo brillantemente dirigida, pero al faltar él, Jennifer se encontró desorientada y perdida, por lo que su presencia en el cine a partir de este hecho fue escasa. Se despidió del cine con la película “El coloso en llamas”(1974), en la cual formó pareja con el genial Fred Astaire; su despedida fue grandiosa, ya que la cinta fue considerada una de las mejores que se filmara jamás sobre catástrofes, y compartió créditos con innumerables figuras consagradas del cine, como Paul Newman, Steve McQueen, William Holden, Robert Wagner o Faye Dunaway entre otros.






Su vida privada fue algo tumultuosa, e incluso trágica, ya que el destino quiso que sobreviviera a una de sus hijas. Su primer matrimonio con el actor Robert Walker se alargó por espacio de cinco años, durante los cuales nacieron dos de sus hijos. En el año 1945 se casaría con David O. Selznick, con quien tuvo una hija, que desgraciadamente terminaría sus días suicidándose en el año 1976.Con el productor compartió su vida durante 20 años; la relación terminaría a la muerte de éste en el año 1965.

Bastantes años después llegaría su tercer y último matrimonio, con un importante coleccionista de arte llamado Norton Simon. Al morir éste, Jennifer se hizo cargo del museo que su marido había creado, y ejerció como presidenta de la junta directiva de la institución.

Jennifer murió recien cumplidos los 90 años, de muerte natural en su casa de Malibú. Fueron 90 años de alegrías, de buenos momentos… pero también fueron 90 años salpicados de tragedias y desencantos. Jennifer sobrevivió a sus tres maridos, y los peor de todo….tuvo que seguir viviendo tras la muerte de su hija.

 Cuando murió, ya hacía casi 30 años que había dejado el mundo del cine; el mundo que tanta satisfacciones le aportó…el mundo que le dió la fama…la gloria. Al morir, y después de tantos años de retiro, parecía como que Jennifer hubiera sido una estrella fugaz en esto del cine, ya que la prensa internacional, sólo le dedicó unas pocas palabras; pero no fue así…Jennifer fue una de las figuras femeninas más importantes de los años 40 y 50, y quedará para siempre en la memoria de los cinéfilos,como aquella hermosa mestiza que inundó las pantallas del cine con su hermosa sensualidad, y que nos regaló una de las imágenes de amor más bellas del séptimo arte…. aquél beso con Gregory Peck en “Duelo al sol”.


Jennifer Jones, 1946, publicity shot for Duel In The Sun:


I'm slightly obsessed with fans (and her hair!)...:



Jennifer Jones:



Jennifer Jones en “Duelo al sol”, 1946:

lunes, 14 de marzo de 2011

JUDY GARLAND









Siempre quedará en la memoria del cine la imagen de aquella niña feliz e inocente, que junto a su perrito Totó, se trasladaba al mundo de Oz; éste era un mundo de colores , de magia, de deseos conseguidos, de fantasia…un universo de felicidad.

La vida privada de su protagonista, por desgracia, nada tuvo que ver con ésta hermosa historia. La vida de Judy, fue tormentosa, triste… fue una vida de desequilibrios emocionales, que la llevaron a consumir grandes cantidades de medicamentos y otro tipo de drogas. Judy quizás triunfó en esto del cine demasiado pronto , y como a muchos otros niños prodigio, esta situación le pasó factura. Con el paso de los años ,se convirtió en el máximo exponente de lo que significa ser un juguete roto.

 La vida alocada de Hollywood, los abusos acontencidos cuando ella tan sólo era una niña,y las humillaciones a las fue sometida, le provocaron una inestabilidad psicológica , que la acompañó hasta su muerte. Su final fue prematuro…. nada raro debido a que dos años antes de su muerte se pronunció a éste respecto; estaba cansada de vivir.. cansada de una vida que a causa de sus adiciones le alteraba la conciencia. La madurez que ya llamaba a su puerta y aún complicó más la difícil situación. Aún así, con esta desgraciada existencia, nos dejó interpretaciones inolvidables, que han pasado a formar parte de la historia del cine, pues su figura está considerada como una de las 10 más importantes del séptimo arte. Judy, en la vida real, conoció el lado oscuro de Hollywood….. ésta vez, y muy a su pesar, no pudo encontrar aquél lugar maravilloso sobre el arco iris.




Nació con el nombre de Frances Ethel Gumm, en Minessota, un 10 de Junio de 1922.Se crió en una familia de artistas ,ya que sus padres se dedicaban al mundo del teatro,por lo que ella se acostumbró desde bien pequeña, a desenvolverse en ésto del arte escénico.
Siendo Judy tan sólo una niña, la familia se tuvo que trasladar a California, debido a que su padre se vió envuelto en un escándalo, al ser acusado de incitar sexualmente a uno de sus empleados.

Su progenitora, tenía una virtud especial para reconocer talentos, y en su hija Judy, que contaba con una gran voz, descubrió un diamante en bruto, que una vez pulido, podía darle muchas satisfacciones, y porque no, de paso, muchas ganancias. Una vez asentados en California, su ambiciosa madre, decidió comenzar a pulir el valioso diamante que era Judy, presentandola a decenas de castings. Así la pequeña debutó, junto a sus hermanas, con las que había formado un grupo llamado “Las Hermanas Gumm” ,en el año 1929 con un cortometraje llamado “The Big Revue”, al que siguieron otros, siendo el último que protagonizaría juntos a sus hermanas uno llamado “La fiesta de Santa Bárbara”(1935). El mismo año de 1935, Judy firmó un contrato con la MGM, debido a que un productor que ya las había visto trabajar en alguna función teatral, se fijó especialmente en ella; con trece años, lo cierto es que los estudios no sabían exactamente donde situarla, pues la niñez quedaba ya algo lejana, y por otra parte tampoco daba la talla para encarnar a la típica adolescente que enganchara a un público más joven, ya que su estatura, 1,53 ,y su peso, algo mayor del que correspondía a su altura, no la encajaban en ningún papel.
Fue en éste momento cuando empezaron a surgir las inseguridades de Judy, que se veía como un patito feo, al lado de otras artistas más altas y esbeltas; ésta falta de autoestima la acompañaría toda su vida.
Aún así Judy afrontó ésta nueva vida con ilusión, ilusión que por cierto se vió truncada al morir su padre, al que ella adoraba .

Su primera película con estos estudios se llamó “Every Sunday” (1936), y su aparición ya provocó que algunos directivos importantes de la época, posaran sus ojos sobre ella.




En “Melodías de Broadway”(1937), ya compartió títulos con figuras muy importantes como Robert Taylor o Eleanor Power.Dos años después los estudios decidieron unirla a Mickey Rooney, que por aquellas fechas ya era un ídolo para los adolescentes. Protagonizó junto a él varias películas, en las que logró forjar su imagen de estrella, siendo la primera de ellas “Los hijos de la farándula”; la película consiguió dos nominaciones a los Oscar, y el reconocimiento por parte del público y la crítica, que la catalogó como una de los mejores musicales, rodados hasta esa fecha; hoy en día sigue siendo toda una referencia del género musical.




Por estas fechas, y debido al éxito obtenido , parece ser que la presión de los estudios se hizo más severa, y para controlar su peso le dieron anfetaminas, que lejos de ayudarla, fueron minando la confianza en sí misma de manera alarmante.
En el año 1939, llegaría una de las producciones por las que Judy sería eternamente recordada. “El mago de Oz”, nos ofreció una maravilloso espectáculo musical, lleno de colores y alegría. La película, logró seis nominaciones a los Oscars, y a Judy se la premió con un premio Oscar juvenil, debido a su interpretación. Fascinó a todo el público con la preciosa canción “Over the rainbow”, canción que por cierto se ha convertido en una de las más representativas del cine, junto a la también fantástica”Singing in the Rain”. La cinta tuvo un éxito inmenso, y logró conquistar a varias generaciones, entre las que por cierto me encuentro. con su mundo de baldosas amarillas, los zapatos rojos de Dorothy, la malvada bruja del Oeste, y como no, con los entrañables personajes del león cobarde, el hombre de hojalata, y el espantapájaros. En fin….la película ha contado con la magia necesaria, para seguir entreteniendo al público durante décadas.Como dato apuntar que El American Films Institute, ha elegido la cinta como la mejor película familiar de todos los tiempos



A principios de los años 40, volvió a compartir protagonismo con Mickey Rooney, en dos títulos bastantes relevantes, ambos consiguieron nominaciones a los Oscars, y sus títulos fueron “Armonía de juventud”(1940), y “Chicos de Broadway”(1941).

En “Las chicas de Ziegfeld” (1941) compartió títulos con James Steward ,Hedy Lamar o Lana Turner, entre otros, y cuentan que uno de los todopoderosos magnates de los estudios, se dedicaba a “piropear” a Jean, con calificativos como “mi pequeña jorobada”, para dejar constancia del enorme abismo físico, que existía entre ella, y estas bellas actrices. Estas continuas críticas gratuitas hacía su físico, fueron las que lentamente mermaron, la confianza en sí misma.






“Cita en San Luis”(1944), supuso un nuevo éxito en la carrera de Judy. La cinta fue dirigída por Vincent Minnelli, y fue la que proporcionó a la Metro, la mayor afluencia de público y taquilla, desde que éstos famosos estudios estrenaran la mítica película “Lo que el viento se llevó”. No fue la última colaboración que Judy haría con Minnelli, ya que la volvería a dirigir en un drama romántico llamado “El reloj”(1945), y en una comedia musical cuyo título fue “Ziegfeld Follies”(1946). En éste film aparecieron junto a Judy ,actores de la categoría de Fred Astaire, Gene Kelly, William Powell y Esther Williams entre otros. Esta película nos mostró, entre otras cosas, la estupenda y única imágen de Fred Astaire y Gene Kelly compartiendo coreografía






En el año 1948, trabajaría de nuevo con Fred Astaire, en un musical llamado “Desfile de Pascua”. Esta película en un primer momento tenía que haber sido dirigída por Minnelli, marido de Judy por estas fechas, pero debido a las desavenencias surgidas en el matrimonio, tuvo que ser sustituido por Charles Walters. Lo más llamativo de la película, fue poder ver y admirar, a un maravilloso Fred Astaire, con casi 50 años, y bailando de la misma manera, o incluso mejor que cuando era un veintiañero.






La ultima colaboración que tuvo Judy con Vicente Minnelli, fue en un musical, rodado en el año 1948, y que se llamó “El pirata”; en el rodaje de ésta película Judy apareció algo baja de moral, y mostrando signos evidentes de deterioro físico ,a causa de las drogas.

Fue a partir de los años 50 ,cuando comenzó el verdadero declivepersonal de Judy. Atormentada, con la autoestima por los suelos, y ya enganchada al alcohol, fue perdiendo oportunidades de participar en películas, ya que muchos directores la tachaban de poco profesional. Por otra parte, la prensa se hizo eco de la mala relación que la actriz mantenía con su madre, a la que calificaba de explotadora infantil. Mucha gente catalogó a Judy de mala persona ,al enterarse de que su madre para poder sobrevivir tenía que trabajar incansablemente por un mísero sueldo, mientras que Judy nadaba en la abundancia.

Con todos estos problemas, parecía que Judy no volvería a encarrilar su carrera, pero la sorpresa fue mayúscula al verla aparecer de nuevo triunfante, en la película “Ha nacido una estrella”; aquí de nuevo demostró que podía con todo,e interpretó con tanta credibilidad su papel, que incluso fue nominada a los Oscars. Judy vivió en primera persona todo lo relacionado con el personaje, y deleitó al público con su inmensa y poderosa voz, pero personalmente se llevó una gran decepción, al no ser reconocido su trabajo mediante el premio Oscar.Su biógrafo Gerold Frank se pronunció de la siguiente manera: “Para Judy, éste era uno de los momentos más importantes de su vida, y si el premio le hubiera sido concedido, habría sentido crecer su autoestima… su triunfo se habría hecho real después de todo lo que había pasado”.
Judy, el día que se otorgaron los premios, estaba a punto de dar a luz a su tercer hijo, y era tal la seguridad que todos tenían de que ella sería la premiada, que incluso se instalaron cámaras en la habitación del hospital donde se encontraba. Su decepción fue enorme, al ver que concedieron la estatuilla a Grace Kelly, y a causa de éste hecho su depresión se complicó aún más; jamás pudo olvidar semejante desplante. Groucho Marx que era buen amigo de la actriz, le mandó un telegrama con el siguiente texto: “Querida Judy, éste es el robo más grande desde Brinks”, haciendo referencia a uno de los más famosos robos perpretados en EE.UU.
Algo más recuperada del desengaño, decidió aparecer de nuevo en el año 1961, con una espléndida película llamada “Vencedores o vencidos”, junto a actores como Spencer Tracy, Burt Lancaster,Marlene Dietrich,o Montgomery Clift entre otros. La cinta obtuvo 11 nominaciones a los Oscars, y una críticas mgníficas, siendo considerada en sus tiempos, y hoy en día, una obra maestra del cine. Judy apareció como actriz secundaria, al igual que Montgomery Clift, pero las actuaciones de ambos fueron tan desgarradoras, algo tendría que ver la situación personal que atravesaban, que destacaron poderosamente llegando a conmover al publico de manera notable; la intervención de los dos actores en la cinta fue fugaz, pero dejó una huella muy profunda, .




Una de sus últimas apariciones en la pantalla grande, se produjo en el año 1963, con una producción llamada “Ángeles sin paraíso”. En ésta cinta se ocupó de dar vida al personaje de una mujer madura, marcada de por vida por sus fracasos. Judy ésta vez sintió que el personaje tenía un paralelismo evidente con su propia vida; ella era una mujer con una frustración enorme, y aunque poseía todo lo que cualquier ser humano hubiera podido desear, sentía que en su vida personal había fracasado. En éste drama, que compartió con el fantástico Burt Lancaster, puso en evidencia el enorme talento que tenía para desenvolverse en cualquier tipo de género, y maravilló a la crítica con su sincera y desgarradora interpretación.





Judy triunfó en el cine, pero también lo hizo en la televisión y en el teatro. A mediados de los años 50, apareció en varios especiales para la televisión, que la convirtieron en una de las actrices mejor pagadas del momento, ya que la audiencia cuando ella aparecía subía rapidamente. También trabajó en Las Vegas con gran éxito, actuando durante cuatro semanas consecutivas, debido a que el público la reclamaba con insistencia.

Ya en los años 60, apareció con un recital en el Teatro “Carnegie Hall”, por el que fue ovacionada por la crítica y el público. Filmó un especial para la televisión llamado “The Judy Garland Show”, junto a cantantes de la talla de Frank Sinatra y Dean Martin. Ante la espléndida audiencia que tuvo el programa, la CBS decidió ofrecer a Judy la posibilidad de filmar un programa semanal de las mismas características; por éste contrato recibió 24.ooo.ooo de dólares.



Su talento fue de cierta manera reconocido económicamente, pero la crítica también cayó rendida ante su gran voz, ya que le fueron concedidos cinco premios Grammy , y cuatro premios Emmy, por el show que filmó para la televisión.

En su vida privada, sin embargo no tuvo ningún éxito…quizás lo único que le pudo dar un poco de satisfacción personal, fueran sus hijos, entre los que por cierto se encuentra Liza Minnelli. Aunque Liza no ha podido igualar el éxito de su madre, profesionalmente es muy recordada por su trabajo en la película “Cabaret” por el que llegó a recibir un premio Oscar, sin embargo su vida privada, parece ser que no ha sido un camino de rosas, pues tal y como le pasó a su madre, su existencia ha estado marcada ,por su adicción a las drogas y el alcohol.






La vida sentimental de Judy estuvo plagada de desengaños y traiciones. Se casó cinco veces; la primera vez ,con tan sólo 19 años, duró lo que dura una primavera, su segundo matrimonio con el director Vicente Minnelli, la mandó directamente a conocer el infierno.La relación con tan reconocido director fue todo ,menos sincera. Él era un homosexual reprimido, por lo que su papel de marido enamorado, no fue más que eso…un papel; aunque de la unión nació su hija Liza, él mantuvo relaciones durante todo el tiempo que duro su matrimonio, con diferentes hombres…Judy por su parte buscó la sinceridad y la comprensión en los brazos de diversos amantes.
Su tercer marido, le robó millones de dólares, y el cuarto la dejó hundida y asombrada, al enterarse de que éste había tenido relaciones con su hijo político, que era marido de su propia hija Liza Minnelli.
Con todas estas desastrosas relaciones , y las peligrosas adicciones de Judy, su salud fue deteriorándose con tanta rapidez, que con tal sólo 30 años su cara aparentaba no menos de 50.
Tuvo una vida amarga, pero intensa… tentó a la suerte varias veces con intentos de suicidio, hasta que un día la muerte llamó a su puerta escondida entre los barbitúricos que Judy consumía desde que practicamente era una niña.Murió un 22 de Junio de 1969 de una sobredosis; atrás quedaron las humillaciones sufridas, atrás quedó la imagen de una madre desnaturalizada,los abusos sexuales, las explotaciones de los estudios que le hicieron tocar el cielo,pero que también le hicieron conocer el peor de los infiernos….. Judy fue una persona frágil, sensible…muchos se aprovecharon de ésta fragilidad y fueron destruyendo al ser humano que era Judy, con alevosía…de forma planificada. ¿Quién amó realmente a Judy? ¿Hubo alguien que sintiera alguna compasión por ella?. Lo cierto es que murió sola en la fría habitación de un hotel de Londres.
Tal vez por fin haya encontrado el universo, que un día encontró en la ficción… quizás pueda finalmente ser feliz…sin ataduras, sin complejos…sin adicciones.
Si… Judy tuvo una vida triste y nada envidiable, pero también tuvo esa “cosa” especial, ese “no se que” que sólo tienen unos pocos… “eso” etéreo que tenía Judy, que la convirtió en un mito, y en un icono continuamente recordado.

lunes, 7 de marzo de 2011

JEAN SIMMONS


Jean fue otra de esas increíbles damas británicas que fueron recibidas en Hollywood con los brazos abiertos.  Esta bienvenida efectuada por parte de la meca del cine, no fue casual. Cuando Jean llegó allí, no era una chica cualquiera, que iba a probar suerte en el mundo del cine. Tras sus espaldas, ya tenía una carrera muy importante que había ido gestando desde niña, en su Inglaterra natal.

Jean fue una mujer de belleza elegante….hermosa por fuera y por dentro ,y esta bondad se manifestaba en su rostro; un rostro con ángel, un rostro de mirada serena y limpia. Aún así, no fue precisamente una figura espectacular comparada con otras que salían continuamente en las revistas de la época. Pero eso sí, todas los papeles que interpretó en el cine, fueron inmensamente buenos; en todos y cada uno de ellos, demostró su gran categoría como actriz.




Jean Merilyn Simmons, nació en Londres un 31 de Enero de 1929. Desde niña manifestó su gran vocación para la interpretación. así que debutó prontamente en una película llamada “Give us the moon”(1944).
Fue en el año 1946 y gracias a la película “Cadenas rotas”, cuando su fama se hizo notoria. El film, fue una adaptación de la novela de Dickens “Grandes esperanzas” , y estuvo dirigído por David Lean. La película contó con un despliegue de calidad inmenso, el reparto fue magnífico, y los decorados y la fotografía espléndidos. Tanto, que incluso recibió cinco nominaciones a los Oscars, logrando obtener dos estatuillas a la mejor fotografía y a la mejor dirección artística.
Un año después apareció, junto a otra gran dama británica llamada Deborah Kerr, en “Narciso Negro”(1947). Aquí Jean apareció bellísima, en su papel de mestiza joven e inquietante, que perturbaba la tranquilidad de una monja misionera (papel que fue interpretado por Deborah Kerr).






Se convirtió en la Ofelia de “Hamlet” en el año 1948 , junto al maravilloso actor Sir Laurence Olivier; la aparición de Jean fue deslumbrante, y fue nominada como mejor actriz de reparto al premio Oscar.




En el año 1949, protagonizó una comedia llamada “Adán y ella”. Rodando ésta película conoció al que sería su primer marido, el actor, también británico, Stewart Granger. Entre ambos surgió inmediatamente la química, y un año después contrajeron matrimonio. Esta unión perjudicó momentáneamente la carrera de Jean, que aunque era una de las actrices más taquilleras de Inglaterra, también era vista por el público con ojos de eterna adolescente. Stewart, para poder casarse con ella tuvo que pedir el divorcio de su mujer, con la que aún estaba casado, y la gente, algo puritana por aquella época, se echó las manos a la cabeza. Más toda ésta situación no pasó de convertirse en una anécdota, ya que aunque en un primer momento el público quedó algo escandalizado con ésta unión, ésto no fue impedimento, para que siguieran adorando a Jean. Algunos años más tarde, Jean se daría cuenta de que ésta unión pasajera, pues terminaron divorciandose, la beneficiaría enormente a su llegada a Hollywood, ya que la gente la acogió ,si cabe, con más entusiasmo por ser la señora de Stewart Granger.
A partir de su interpretación de la Ofelia de “Hamlet”, y de su matrimonio con el actor protagonista de “Scaramouche”, Hollywood la reclamó insistentemente.
Cuando el matrimonio llegó a Hollywood, Steward ya tenía firmado un contrato con la Metro, que aprovechó la unión de tan exquisitos actores, para promocionarlos en América. La campaña, los presentó como una pareja idílica, y la mostró en preciosas fotos paseando por un rancho, o en paisajes bucólicos, que ayudaron mucho a la popularidad de la pareja.




Jean debutó de la mano de los estudios RKO, con una cinta llamada “Andrócles y el León”. La película no obtuvo el éxito esperado, pero Jean apareció triunfante en su papel de Lavinia, demostrando lo favorecida que lucía vestida con trajes de inspiración griega.
En el mismo año 1952, protagonizaría un film llamado “Cara de Ángel”,que revelaría la gran versatilidad con que contaba Jean. En ésta cinta apareció como una mujer de rostro angelical, pero perversa y retorcida en su interior; la película fue dirigida por el maestro Otto Preminger, e interpretada junto a Robert Mitchum. Hoy en día se ha convertido en una película de culto para los amantes del melodrama negro.



Un año después , apareció exquisita como la princesa Isabel, hija de Enrique VIII, y de Ana Bolena, en una película llamada “La reina Virgen”(1953), en la que compartio cartel con Charles Laughton, para mi gusto uno de los mejores actores de todos los tiempos,Deborah Kerr y Stewart Granger, entre otros. La cinta pasó a engrosar la lista de las mejores peliculas que se rodaron en la época dorada de Hollywood.
Despues de protagonizar la vida de ésta futura soberana, se embarcó en una bonita comedia al lado de Spencer Tracy, que se llamó “The Actress! (1953).
Tuvo el privilegio de estrenar el famoso Cinemascope, al protagonizar “La Túnica Sagrada”(1953), y además tuvo el privilegio de hacerlo, junto a actores como Richard Burton y Victor Mature. Ésta película fue una de las más taquilleras en la década de los años 50,y en ella pudimos admirar a Jean, en su papel de patricia elegante y bellísima.



En el año 1954, quisieron repetir el éxito con otra película , cuya temática fue similar a la anterior, y que se llamó “Sinuhé el egipcio”, pero el público no acogió la producción con mucho entusiasmo; de todas maneras Jean , estuvo de nuevo exquisita en su papel de silenciosa enamorada de Sinuhé.
Marlon Brando, compartió con ella la película “Dessire”(1954), en la que interpretó el papel de una adolescente enamorada de Napoleón Bonaparte(papel interpretado por Brando); de nuevo estuvo espléndida. El film tuvo una buena recaudación de taquilla, y consagró definitivamente a Jean en el mundo del cine.




En el año 1954, protagonizó una película llamada “Pasos en la niebla”, que sorprendentemente hoy en día es un film casi olvidado; y digo sorprendentemente, porque hace poco tuve la oportunidad de verlo, y me asombró la magnífica trama con que cuenta la cinta, y la maravillosa ambientación del Londres victoriano; aunque es una película casi desconocida, la recomiendo por su gran calidad, y como no por las estupendas interpretaciones efectuadas por Jean, y por el entonces su marido Stewart Granger.
En “Mujeres culpables”(1957), fue un placer verla trabajar, junto a nombres tan relevantes como Paul Newman, Joan Fontaine, Piper Laurie y Sandra Dee, y un año después apareció en uno de los westerns más grandes e importantes, que jamás se rodara en el cine americano :”Horizontes de grandeza”(1958). Aquí pasó a engrosar la lista de grandes actores que intervinieron , en ésta estupenda película; Gregory Peck, Charlton Heston,Burt Ives, o Carroll Baker fueron algunos de ellos. Éste estupendo repertorio de actores, unido a una dirección maravillosa por parte de William Wyler, una banda sonora magistral, unos paisajes impresionantes, y un guión excelente, compusieron una obra final de gran categoría, atemporal y universal.



Ya en el año 1960, participó junto al gran Burt Lancaster, en otra obra maestra cuyo título fue “El fuego y la palabra”. La película nos mostró el gran poder de convicción con el que contaban sus protagonistas . Jean estuvo inigualable, incluso fue nominada a los Oscars como mejor actriz principal, y Burt Lancaster, uno de mis actores favoritos, estuvo sublime en su papel de falso predicador, que se vale de la palabra, para embaucar a gente facilmente manipulable. La película dirigida por Richard Brooks, es una perfecta crítica, hacia el poder que tiene muchas veces la palabra, capaz de cambiar la conducta y la mentalidad de toda una sociedad; el poder de la palabra como medio de ejecución y adulteración.


 


En el mismo año de 1960, intervino en una entretenida comedia llamada “Página en blanco”, al lado de actores como Gary Grant, Robert Mitchum y Deborah Kerr.
“Espartaco”(1960), fue quizás el último de los films que protagonizó Jean, que consiguió un extraordinario éxito. Jean en su papel de esclava liberada,estuvo sensible y conmovedora. Ésta gran cinta épica protagonizada por estrellas como, Kirk Douglas, Tony Curtis, Laurence Olivier,Charles Laugthon o Peter Ustinof entre otros ,consiguió seis nominaciones a los Oscars, llevándose finalmente cuatro premios de la Academia.La película dirigída por Stanley Kubrik, se ha convertido en una de las obras cumbres del séptimo arte.




A partir de ésta última superproducción, intervino en varios títulos como “Vivir en la cumbre”(1965), “El novio de mi mujer”(1967), “Noche de titanes”(1967),o “Con los ojos cerrados”(1969), película que estuvo por encima de las antes citadas debido a que el director Richard Brooks, que por entonces era marido de Jean, supo retratar en alma femenina de manera convincente. Al preguntarle a Brooks, si este personaje estaba inspirado en su esposa, éste contestó: ” Cierto. Ella no ha escrito el guión conmigo, pero la he estado observando con detalle, y debo decir que una parte del personaje proviene de ella. Con ésto quiero decir, que estuvo extraordinaria al interpretarlo”. Con ésta apreciación de su propio marido está todo dicho; esta sublime interpretación, confirmó una vez más lo maravillosa que era como actriz.
Trás este título, dió un giro a su carrera ,y optó por el mundo del teatro y de la televisión, apareciendo en series como “El pajaro espino” (1983), “Norte y Sur” (1985), o “Miss Marple” (1991).
Jean se casó dos veces, la primera con el actor Stewart Granger del que se separó en el año 1960, casandose poco después con el director Richard Broks, del cual también acabó separandose. Cuentan que fue éste el motivo ,por el cual Jean se refugió en la televisión….y en el alcohol. Desesperada, buscó ayuda en un Centro de rehabilitación, donde pareció mejorar algo su salud. En el año 1995, apareció en la película ” Donde reside el amor”, al lado de Winona Rayder, y Anne Brancorft.
Aunque nunca recibió un Oscar, le fue concedido en el año 1958, un globo de oro, por ser la actriz más versatil del panorama cinematográfico. En el año 2003, recibió una medalla de la orden del Imperio británico , por su extensa carrera.
Jean murió el 22 de Enero del año 2010, en Santa Mónica(California) de un cáncer de pulmón.
A los que amamos el buen cine, el cine de siempre, nos hubiera gustado que Jean no hubiese desparecido nunca, nos gustaría que aún nos siguiera ofreciendo sus distinguidas interpretaciones. En cierto modo no lo ha hecho… Jean nunca desaparecerá de nuestra memoria…y eso …sólo lo consiguen unos pocos.

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