Shelley fue dueña de una belleza muy particular; muchos, hoy en día, incluso la considerarían una mujer de poco atractivo físico, pero en su juventud, fue una mujer con un rostro, que sin ser muy hermoso, resultaba atractivo, y su cuerpo contaba con la voluptuosidad necesaria para atraer la atención del sexo masculino; estos rasgos de su anatomía fueron decisivos para encasillarla, en sus inicios principalmente, en papeles de sex-symbol; de hecho fue ella misma la que afirmó en una de sus muchas biografías, que las poses tan sensuales que Marilyn utilizaba al ser retratada por lo fotógrafos habían sido mérito suyo, pues Shelley mejor que nadie sabía realzar su propio atractivo en fotografía; así ,según ella, acabó convirtiendose en consejera de la rubia diva, a la que enseñaba diferentes mohines faciales para aparecer irresistible, como por ejemplo entornar los ojos y entreabrir los labios sugerentemente ; quizás fue una profesora demasiado entusiasta ,y cuando se quiso dar cuenta mujeres de belleza casi sobrenatural como Liz Taylor o su misma amiga Marilyn Monroe, le fueron quitando espacio en su papel de mujer sugerente y arrolladora.
Con el paso de los años la figura de Shelley, en un principio esbelta y seductora, fue adquiriendo demasiadas redondeces , y a partir de estos cambios físicos en su cuerpo, sus papeles fueron normalmente secundarios: de mujer ingenua, vulgar o incluso patética.
Pero Shelley, mujer de carácter vehemente, fuerte y pasional, no necesitó de un físico extraordinario para comerse la pantalla , y su paso por el cine no fue en vano, pues nos dejó como legado veraces y magníficas interpretaciones.
Con el paso de los años la figura de Shelley, en un principio esbelta y seductora, fue adquiriendo demasiadas redondeces , y a partir de estos cambios físicos en su cuerpo, sus papeles fueron normalmente secundarios: de mujer ingenua, vulgar o incluso patética.
Pero Shelley, mujer de carácter vehemente, fuerte y pasional, no necesitó de un físico extraordinario para comerse la pantalla , y su paso por el cine no fue en vano, pues nos dejó como legado veraces y magníficas interpretaciones.
La interpretación era algo innato en Shelley, pero ella quiso perfeccionar la técnica, y asistió con asiduidad al Actor’s Studios, junto a otros monstruos de la pantalla como Paul Newman o Marlon Brando.
Su debut en el cine se produjo en el año 1921 ,de la mano de la Columbia en un filme llamado “What a woman!”, donde tuvo una a aparición muy fugaz. Fue entonces cuando decidió asentarse en Hollywod ,en un pequeño apartamento compartido con la también futura actriz Marilyn Monroe; este hecho las llevaría a ser amigas de por vida, y ni el paso de los años pudo dañar el gran cariño que ambas se profesaban.
Su primera película notoria fue un drama, dirigído por George Cukor, llamado “Doble vida” (1947) ; la película obtuvo cuatro nominaciones a los Oscars, siendo ganador de uno de ellos el actor principal Ronald Colman.
Trás este enorme éxito, y al comprobar los directores el enorme potencial con que contaba la actriz, comenzaron a contar con ella para proyectos realmente interesantes como en “Una vida marcada” (1948), pelicula de cine negro dirigida por Robert Siodmark, y coprotagonizada junto a actores de la talla de Victor Mature o Richard Conte o “El gran Gatsby” (1949), un drama dirigído por Elliott Nuget.
Sin embargo no fue hasta que Anthony Mann le dió un papel protagonista en “Winchester 73″ (1950), junto a James Stewart, cuando se demostró la enorme categoría actoral de Shelley desempeñando un papel duro de mujer explotada , marginada y abandonada, que sin embargo cuenta con la fortaleza suficiente, en un mundo primordialmente dominado por los hombres, de valerse por si misma.
Comienza aquí una carrera llena de exitosos títulos como “Un lugar en el sol”(1951), protagonizada junto a Liz Taylor y Montgomery Cliftt, “Yo amé un asesino”(1951), protagonizada junto al malogrado actor John Garfield, “LLama a un desconocido” (1952), junto a la gran Bette Davis o en una coproducción italo-americana llamada “Mambo”(1954).
Y como no había género que se le resistiera, de nuevo deslumbró en un western llamado “Rebelión en el fuerte”(1954), junto al aclamado actor Alan Ladd. También intervino en la única producción que rodara el magnífico actor Charles Laugthon y que llevó por título “La noche del cazador” (1955), junto a grandes intérpretes como Robert Mitchum , Billy Chapis o Peter Graves.
Fue en el año 1959 y con la película “El diario de Ana Frank” cuando Shelley vió recompensado su trabajo mediante un Oscar como mejor actriz secundaria : su interpretación en esta película la situó ,tal y como se merecía, entre las más grandes del cine.
En 1961 compartió protagonismo con Burt Lancaster en “Los jóvenes salvajes”, y un año después, Cukor la dirigió en “Confidencias de mujer”, un drama costumbrista que en su tiempo tuvo una acogida extraordinaria.
Volvería a deslumbrar con su magnífica interpretación, en una adaptación estupenda de la novela de Navokov “Lolita”(1962), en lo que fue una película polémica y arriesgada para la época; Shelley interpretó el papel de madre algo inocente y patética al pensar que el amor de su huésped , papel interpretado por James Mason, se dirige exclusivamente a ella, cuando en realidad existe una relación pecaminosa y lujuriosa hacia su hija adolescente.
Shelley también se dejó tentar por el cine europeo y participó en una co-producción italo-francesa llamada “Los indiferentes” (1964)
Un año después de nuevo recibiría un Oscar como mejor actriz secundaria en “Un retazo azul” (1965), con el personaje que tal vez marcaría para siempre su carrera, y que la encasillaría en papeles de mujer un tanto vulgar y patética.
En el año 1970 apareció genial como una madre que se sirve de sus hijos para cometer los peores pecados; no dejó indiferente a nadie con la estupenda interpretación de un personaje perverso, frio, cruel y delictivo en “Mamá sangrienta”, película en la que por cierto ya comenzó a deslumbrar un Robert de Niro muy joven y casi primerizo; lo curioso es que el papel le fue asignado gracias a la insistencia de Shelley ,que con su empeño consiguió que de Niro pasara a formar parte de esta delirante obra de Roger Corman.
En la década de los setenta, Shelley siguió demostrando su gran versatilidad con títulos como “¿Qué la pasa a Helen?” (1971), “¿Quién mató a tia Roo?”(1971), “El quimérico inquilino”(1976) o “Cleoprata Jones” (1973), pero sin ninguna duda la película que más notoriedad le otorgó en esta década fue “La aventura del Poseidón”(1972), que de nuevo le procuró una nominación a los Oscars, y por la que quizás hoy en día es más recordada.
Siguió trabajando en las siguientes décadas con mayor o menor acierto, en películas de diferentes géneros, siendo su última aparición en el año 1999.
Gracias a sus dotes interpretativas el nombre de Shelley Winter se ha convertido hoy en día en sinónimo de calidad y profesionalidad, sin embargo su vida privada estuvo plagada de escándalos y excentricidades que casi llegaron a minar su reputación como actriz. Como ella misma escribió en una biografía, que no estuvo exenta de polémica, por su almohada pasaron los galanes más demandados de la época, citando nombres concretos como Clark Gable, Errol Flynn, Sean Connery, Marlon Brando, o William Holden; estuvo casada en tres ocasiones: su primer matrimonio se produjo en el año 1942, el segundo con el actor italiano Vittorio Gassman en 1952, y el último de ellos en el año 1957, con el también actor Anthony Franciosa. También dió a conocer públicamente entresijos de la industria cinematográfica, que precisamente no beneficiban a la llamada fabrica de los sueños,y destacó el amor frustado que sintió hacia el actor Laurence Olivier, al que, según ella, encontró una vez en brazos de su querida amiga Marilyn Monroe.
Tal vez si su paso por el cine hubiera sido mediocre, estos continuos escándalos al final hubieran dañado su carrera; pero el público supo valorar su estupenda y premiada trayectoria profesional, y hoy en día su nombre nos recuerda algunas de aquellas grandes obras que se rodaron hace ya algún tiempo, pero que se han convertido en indispensables para todo buen cinéfilo.
Pese no haber tenido un físico espectacular, y haber trabajado principalmente como secundaria, Shelley ha pasado a engrosar la lista de las mejores actrices que nos ofreció esta lejana y maravillosa época dorada de Hollywood.
Murió en Los Angeles el 15 de Enero del año 2006, a los 85 años.
Y como no había género que se le resistiera, de nuevo deslumbró en un western llamado “Rebelión en el fuerte”(1954), junto al aclamado actor Alan Ladd. También intervino en la única producción que rodara el magnífico actor Charles Laugthon y que llevó por título “La noche del cazador” (1955), junto a grandes intérpretes como Robert Mitchum , Billy Chapis o Peter Graves.
Fue en el año 1959 y con la película “El diario de Ana Frank” cuando Shelley vió recompensado su trabajo mediante un Oscar como mejor actriz secundaria : su interpretación en esta película la situó ,tal y como se merecía, entre las más grandes del cine.
Volvería a deslumbrar con su magnífica interpretación, en una adaptación estupenda de la novela de Navokov “Lolita”(1962), en lo que fue una película polémica y arriesgada para la época; Shelley interpretó el papel de madre algo inocente y patética al pensar que el amor de su huésped , papel interpretado por James Mason, se dirige exclusivamente a ella, cuando en realidad existe una relación pecaminosa y lujuriosa hacia su hija adolescente.
Un año después de nuevo recibiría un Oscar como mejor actriz secundaria en “Un retazo azul” (1965), con el personaje que tal vez marcaría para siempre su carrera, y que la encasillaría en papeles de mujer un tanto vulgar y patética.
En la década de los setenta, Shelley siguió demostrando su gran versatilidad con títulos como “¿Qué la pasa a Helen?” (1971), “¿Quién mató a tia Roo?”(1971), “El quimérico inquilino”(1976) o “Cleoprata Jones” (1973), pero sin ninguna duda la película que más notoriedad le otorgó en esta década fue “La aventura del Poseidón”(1972), que de nuevo le procuró una nominación a los Oscars, y por la que quizás hoy en día es más recordada.
Gracias a sus dotes interpretativas el nombre de Shelley Winter se ha convertido hoy en día en sinónimo de calidad y profesionalidad, sin embargo su vida privada estuvo plagada de escándalos y excentricidades que casi llegaron a minar su reputación como actriz. Como ella misma escribió en una biografía, que no estuvo exenta de polémica, por su almohada pasaron los galanes más demandados de la época, citando nombres concretos como Clark Gable, Errol Flynn, Sean Connery, Marlon Brando, o William Holden; estuvo casada en tres ocasiones: su primer matrimonio se produjo en el año 1942, el segundo con el actor italiano Vittorio Gassman en 1952, y el último de ellos en el año 1957, con el también actor Anthony Franciosa. También dió a conocer públicamente entresijos de la industria cinematográfica, que precisamente no beneficiban a la llamada fabrica de los sueños,y destacó el amor frustado que sintió hacia el actor Laurence Olivier, al que, según ella, encontró una vez en brazos de su querida amiga Marilyn Monroe.
Tal vez si su paso por el cine hubiera sido mediocre, estos continuos escándalos al final hubieran dañado su carrera; pero el público supo valorar su estupenda y premiada trayectoria profesional, y hoy en día su nombre nos recuerda algunas de aquellas grandes obras que se rodaron hace ya algún tiempo, pero que se han convertido en indispensables para todo buen cinéfilo.
Pese no haber tenido un físico espectacular, y haber trabajado principalmente como secundaria, Shelley ha pasado a engrosar la lista de las mejores actrices que nos ofreció esta lejana y maravillosa época dorada de Hollywood.
Murió en Los Angeles el 15 de Enero del año 2006, a los 85 años.
Muy interesante como siempre, debo decir que "la noche del cazador" me fascina, Mitchum es uno de mis malvados favoritos del cine clásico americano. Y que buena carrera tuvo ésta mujer, hay películas notables, también resaltar su amistad con Monroe y que dijera que le había enseñado parte de su gestos tan sensuales será motivo para ver a ésta actriz en su juventud y apreciar ese magnetismo femenino que se atribuye. También me ha parecido curioso saber que ayudó a un novato Robert De Niro, un grande por donde se vea. Muy grato el repaso por la vida de ésta diva. Un abrazo.
ResponderEliminarMario.
De joven era hermosa, aunque tuvo mal envejecer, por aquello de su voluptuosidad y atractivo mediano como dices, que resultaría en una perdida de figura como se ve. Pero desde luego, si que era una gran actriz.
ResponderEliminarHola Mario! Coincido contigo en lo de Robert Mitchum, aunque yo también anadiria a mi adorado Burt Lancaster. Esta mujer tuvo una carrera de las mejorcitas de la época; por otra parte seguro que en su juventud fue una mujer muy atrayente y sexy, pues comenzó su andadura por la escena como corista, así que puede ser que le confiara a Marilyn algunos secretillos para parecer más sugerente.Muchas gracias por tu visita. Saludos
ResponderEliminarHola Lorenzo! Es cierto que en su juventud fue atractiva, pero quizás no lo bastante para competir con mujeres tan impresionantes como las que se gestaron en aquella época; a raiz de engordar, los papeles se limitaron, pero ella demostró que con un papel secundario se comia entera a la protagonista, porque tenía mucha fuerza, y eso lo transmitió en casi todos sus papeles. Gracias Lorenzo y saludos.
ResponderEliminarA mi su belleza me parece cautivante y diferente. Una grandisima actriz sin duda alguna.
ResponderEliminarSaludos.
Lo primero GRACIAS POR EL PREMIO, tu blog tambiñen está entre mis preferidos.
ResponderEliminarTienes un comentario en la entrada anterior.
Sobre Shelly Winters, estoy totalmente de acuerdo, sin tener un físico espectacular y estar algo entradita en Kg, fué una actriz muy a tener en cuenta, yo creo que la gente más la conoce de mayor, que de joven, seguramente por La Aventura del Poseidón, todas , todas sus películas están marcadas por su personajes de mujer
fuerte y en todas me ha gustado mucho. Creo recordar que se te paso
una, y es LUZ DE GAS, haciendo un papel de criada, un tanto descarada
y ligerita de cascos, aquí también acompañada del magnifico Charles Boyer e Ingrid Bergman.
Como siempre una entrada estupenda y documentada y de nuevo gracias por el premio.
Besotes.
por
Hola Daniel! Yo también la encuentro seductora, se veía una mujer grandota :de esas de rompe y rasga; y por supuesto su talento como actriz es incuestionable. Muchas gracias por tu visita y un saludo
ResponderEliminarHola Susan! Se te ha echado de menos; espero que tu viaje haya sido de "cine". La verdad es que Shelley siempre se ha encontrado entre mis favoritas por esa fuerza que emanaba de ella en sus interpretaciones, era por decirlo de manera: especial, diferente... Respecto a lo de "luz de gas", creo que has confundido a Angela Lansbury con Shelley, y es que lo cierto es que se parecen bastante, pues he llegado a dudar un instante, pero lo he comprobado y es la primera. Muchas gracias por tu visita y besos.
ResponderEliminarUna diva con letras mayusculas,
ResponderEliminargrandisima actriz,capaz de contenerte en el asiento,con esa gran calidad interpretativa,esta inmensa en "Un lugar en el sol".
Muy completa biografia guapisima,
como siempre.
Besos.
Hola Atticus! Esta mujer me encanta. Su forma de trabajar y de mostrar los personajes era increíble.Si ves su rostro en alguna película ten por seguro que valdrá la pena de ver. Besos cielo
ResponderEliminarUn merecido homenaje el tuyo y muy buena reseña.
ResponderEliminarDesconocia detalles de su vida personal pero su labor interpretativa es sobradamente conocida y valorada. Era atractiva y sensual en su jueventud y me ha hecho mucha gracias eso de los mohines o trucos que enseñó a la preciosa Marilyn.
Supo aprovechar el cambio que se fué operando en su fisico para hacer muy buenos papeles inolvidables además lo que demuestra que era inteligente. En Un Lugar bajo el sol está perfecta como la pobre chica que se enamora de Monty Clift y ¡ eso que en belleza no podia competir con Liz Taylor!
Además su filmografia es extensa y en peliculas de éxito.. eso en un actor dice mucho.
Nuevamente te doy las gracias por documentarnos.
Un beso :-)
Hola SqS: a mí siempre he ha gustado en todo lo que he visto de ella. Destacaría su papel en "Un lugar en el sol" en donde creo que está fantástica. Pero también en "Lolita" o, incluso, en "La eventura del Poseidon" en donde siempre me da la impresión de que se ríe un poco de ella misma.
ResponderEliminarDesconocía y me ha asombrado esa relación tan buena que tenía con Marilyn porque sin bien es cierto que hay muy pocas actrices que hablaran mal de ella como persona, desconocía que esa amistad era tan estrecha. De hecho en todo lo que he leido acerca de Monroe no recuerdo el nombre de Winters por ningún lado...en fin, tendré que volver a releer.
Como siempre, completísima reseña!
Biquiños
pd.: y sí, es Angela Lansbury no Winters la que hace de criada en "Luz que agoniza", de hecho fue su debut.
Hola Abril, A mi esta actriz siempre me gustó, precisamente porque todo lo que he visto de ella me parece de gran calidad, y en aquella época cuando a una actriz le confiaban papeles de tanta dificultad, es porque sabían de sobra que la interpretación sería magnífica y que los sacaría adelante con soltura. Muchísimas gracias por tus palabras, eres muy amable. Besos.
ResponderEliminarHola deWitt! Con esta actriz parece que estamos todos de acuerdo: su calidad como actriz era extraordinaria. En "Un lugar en el sol", destaca por interpretación, porque para destacar en belleza ya estaba Liz Taylor, y respecto a lo de Marilyn, yo tenía constancia de ello, porque la vi en un documental hablando de su relación con la actriz. Al morir Marilyn se pronunció así : "Si se hubiera conformado con ser una rubia tonta, hoy estaría con nosotros....pero ella quería demostrar que tenía algo más que ofrecer... quería demostrar que era más que un simple objeto de decoración.... y eso....la torturaba hasta límites insostenibles." Besos y gracias por pasarte.
ResponderEliminarEs cierto, es Angela y es que vengo
ResponderEliminardel vino de la Toscana, algo tocada,
jajajjajaja.
Besotes.
No es una actriz a la que conozca mucho pero lo que he visto me ha gustado mucho. Desde 'Lolita' hasta 'La aventura del Poseidón' y 'El diario de Ana Frank', creo que hace unos grandes trabajos. Quizás no goce de la popularidad de otros porque la mayoría d elas veces hace papeles secundarios pero ¡qué buenos!
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Manderly! Pues esa es la cuestión...que muchas con menor talento fueron más aclamadas por el público sólo por su belleza; pero eso sí.... a los que nos gustan las mujeres con carácter, de esas que dejan huella, nos gusta Shelley Winters. Saludos y gracias por tu visita.
ResponderEliminarEstaba genial como la madre de Sue Lyon en "Lolita" que intenta cazar al profesor Humbert (James Mason)
ResponderEliminarUno de sus últimos papeles que más me impactaron fue en la película "Retrato de una dama" (1997) de Jane Campion con Viggo Mortensen en su primer papel importante. La pobre Winters estaba muy mal de salud pero consiguió cumplir con su papel con muchas dificultades. Besos. Borgo.
Recuerdo que ya de pequeño me impactó su interpretación en La Aventura Del Poseidonm,se me quedó grabada.
ResponderEliminarMás tarde me pasó desapercibida en Un Lugar En El Sol, pero es que yo sólo tenía ojos para Liz Taylor, jaj.
Por último fue redescubrirla en joyas como La Noche Del Cazador, o Lolita, o...
Un saludo!!!
Un saludo!!!
Hola Borgo! A mi es que me encanta esta actriz. En Lolita bordó el papel: llegaba a producir realmente lástima, con esa confianza ciega hacia su hija. No sabía que al protagonizar Retrato de una dama estuviera tan enferma; por eso tenía esa fama de gran profesional, en estos casos es cundo descubres si detrás del personaje hay una verdadera actriz, y sin duda Shelley lo era.
ResponderEliminarCinexim,es que su interpretación en en Poseidón es quizás la más conocida; para que veas lo injusto que es a veces este mundo del cine: tanto y tan excelentemente que trabajó, y hoy en día es conocida principalmente por este papel. Saludos
ResponderEliminarUna estupenda actriz, sin ningún complejo como demostró en los papeles que interpretó cuando ya no era tan esbelta su figura. Acabo de revisar su actuación en "Harper, investigador privado" y su presencia de actriz decadente y patética; estaba interpretando a alguien que podría ser ella, pero que no lo era...
ResponderEliminarSaludos!
Me parece que fue una mujer que se ha hecho a si misma, que luchaba por mejorar cada día, y bueno, no es un fenómeno como Marilyn Monrroe, pero bueno, la clase se regala. Y en la revista del multimillionario Hefner, se lo agradecería.
ResponderEliminarHola Ethan! La verdad es que a veces su aspecto podia dejar entrever un patetismo y una decadencia, que yo creo que no tenían nada que ver con la realidad, pues ella supo adaptarse completamente a sus cambios físicos y sobre todo a su edad. gracias por tu comentario y saludos.
ResponderEliminarHola Emilio!No era unamujer espectacular, ni muy bella, pero a personalidad la ganaban pocas, y se notaba esa gran fuerza interior en todas sus interpretaciones. ¡ya le hubiera gustado a más de una no ser tan bella y tener algo más de talento!Me alegro de verte por aquí. Besos
ResponderEliminarPrecisamente ayer vi "Un lugar en el Sol" que supuso para Liz Taylor, un punto de inflexión en su carrera. Donde comenzó a verse lo que esos ojos violeta podía llegar a transmitir. Y es que estamos ante una sublime obra del celuloide, que apenas ha envejecido y que marcó no sólo la carrera de la Taylor, sino también la de otra protagonista femenina: Shelley Winters. Acompañadas de un siempre correcto Montgomery Cliff que aquí está sublime.
ResponderEliminarEn fin, una joya que alcanza cotas de obra maestra en comparación con el panorama actual, y el más perfecto tributo para recordar a la Gran Elizabeth.
Una verdadera pena, aunque sus ultimas apariciones ya no nos dijeran nada realmente de su gran cine.
ResponderEliminarUna actriz con una gran historia, a marcado epoca y es una de las grandes, lo sera para siempre.